Date un LUJO
Un amigo, tras iniciarse en el proceloso pero apasionante mundo de montar la casa definitiva, esa adulta y cómoda a la que muchos “El lujo es aspiramos, me dijo un día: como una escalera interminable, cuando subes un peldaño te das cuenta de que hay algo mejor esperándote más arriba”. Tiene razón, y no la tiene. Si medimos la riqueza por la capacidad adquisitiva (de endeudamiento, dirían algunos), nunca conseguiremos llegar a la asociarla con el cima. En cambio, confort y la funcionalidad que le pedimos a una casa es más sabio: en ese caso, ‘todo’ nunca es suficiente. El lujo en decoración (si eres asiduo de AD, ya te lo hemos contado) ha mutado. contra el exceso, mezcla relajada; Frente al extrabrillo, huella artesana; conteniendo el drama, golpes de humor. Este especial LUJO 3.0 va más allá: ¿habéis jugado a imaginar cómo son los dueños de las casas que publicamos? Yo a veces, con precisión quirúrgica, acierto hasta con su corte de pelo. Probad el ejercicio contrario: un vistazo a una persona permite adivinar la atmósfera que habita. Bohemia moderna, pulcritud minimalista, ‘hipsterismo’ sostenible… Somos lo que decoramos. Porque la moda, la perfumería, la relojería y hasta la automoción, no también son parte de la puesta en escena. solo son placeres, Por eso protagonizan este número: entre muebles, arquitectura, telas e interiores que simbolizan la nueva Alta Decoración, verás detalles que indican que en esos espacios vive alguien que aspira a lo mejor.