BAJO A MEDIDA
Un local abandonado en Gràcia es ahora una casa radiante y minimal donde conviven iconos fifties y delicadas piezas contemporáneas.
Un local abandonado en Gràcia es ahora un hogar radiante, minimal y llena de iconos de los cincuenta.
Siempre que pasaba por delante me fijaba en él. Las ventanas estaban tapiadas, tenía el cartel de Se vende y su aspecto era muy poco seductor. Me llevé una sorpresa cuando descubrí que tenía doble altura, un minipatio y muchas posibilidades”, explica la dueña de este bajo en el barrio de Gràcia de Barcelona. Hace un año que esta profesional del mundo del arte se trasladó a él tras una obra integral que encargó a Miquel Alzueta Projects, la extensión de la galería de arte dedicada a proyectos integrales, que dio las pautas formales y delegó la parte arquitectónica en Francesc Rifé Studio, expertos en sobriedad y minimalismo bien entendidos. En la reforma se creó un espacio diáfano en el que reinan la luz y la limpieza y que aprovecha al máximo sus 68 m2. “La idea es que fuera un cubo limpio –cuenta la propietaria–, que las estancias se dividieran gracias a las diferentes alturas de los techos”. Una construcción de madera donde se esconden el baño y la cocina, es lo único que se asemeja a un tabique y el salón, el comedor y el dormitorio se delimitan solo gracias al funcional mobiliario. En la decoración, ideada por la Miquel Alzueta, se utilizaron piezas de sus diseñadores icónicos midcentury, como Pierre Chapo, Jean Prouvé o Charlotte Perriand, entre los que destaca el gran mueble contenedor del salón de André Sornay compuesto por cinco módulos “con los que puedes jugar, adaptándote a posiciones y volumenes”. Los muros se pintaron de blanco para potenciar la iluminación y dar importancia a las esculturas y cuadros de artistas como Jordi Alcaraz, Richard Serra, Toni Llena o Günther Förg. Su propietaria, en este bajo reconvertido, ha encontrado su galería ideal. galeriamiquelalzueta.net