SOFÁS CON APELLIDO
En 1948 nació Minotti dispuesta a mejorar los asientos clásicos italianos. Hoy festeja 70 lozanos años vistiendo toda la casa y reivindicando su memoria.
La italiana Minotti celebra setenta años fabricando asientos icónicos y reivindicando su legado.
Con 12 años entró en el despacho de su padre, Alberto Minotti, durante una reunión con el diseñador Gigi Radice, quien le preguntó: ¿Qué quieres ser de mayor? “Le contesté que bombero o vaquero, pero él me dijo seriamente: Tienes que ser arquitecto, hay que estudiar mucho, pero es un gran oficio”, recuerda Roberto Minotti. Le hizo caso, mientras la empresa que su padre fundó en 1948 pasaba del mueble clásico al contemporáneo con un regusto italiano, sofisticado y culto, como los míticos Albert & Ile que ahora reedita. La inesperada muerte en 1991 de Alberto hizo que sus hijos, Roberto y Renato, que había estudiado Económicas, tomaran las riendas del negocio familiar con sede en Meda, junto a su casa, ambas proyectadas por Radice (y que desde entonces ha sido en numerosas ocasiones escenario de su ca-
tálogo). Era momento de saltar a una nueva era, la tecnológica. Sus sofás y butacas empezaron a ser firmados por figuras design como Giuseppe Bavuso o Studio Opera que les dieron potencia y proyección. Pero si hay una asociación fructífera fue la que se inició hace 20 años con Rodolfo Dordoni. “Él sabe cómo combinar la creatividad con la sobria elegancia del país”, continúa Roberto. De hecho, hoy es el director creativo de todas las líneas. Además de asientos, también produce mesas, librerías, camas, alfombras e incluso outodoor, y se ha convertido en una firma que viste toda la casa. Con 70 recién cumplidos disfruta de su estatus de referente, y con la tercera generación Minotti ya incorporada, se intuye una nueva etapa, más fulgurante si cabe, que observaremos recostados en una de sus poltronas. minotti.com