BUENA ESTRELLA
Lourdes Hernández, Russian Red, ha encontrado su lugar en el mundo en Los Ángeles en una mansión feliz y coqueta.
Lourdes Hernández, la cantante ‘Russian Red’, ha encontrado su lugar en el mundo en una casita en el barrio de Los Feliz, Los Ángeles. A juego con el nombre, es coqueta, optimista, alegre, vital y está hecha con cariño.
Quería ser arquitecta, terminó licenciándose como traductora y triunfó como cantante. Y ahora Lourdes Hernández, conocida como Russian Red, ha acabado ejerciendo de todo un poco. Hace unos años, en plena cresta de su carrera musical, se mudó a Los Ángeles, conoció a Zach Leigh y, además de casarse con él, se compraron una iglesia. En ella vivieron mientras la convertían en Ruby Street, un local para celebrar eventos, bodas sobre todo, pero hace dos años decidieron buscar otra casa. La encontraron en Los Feliz. “Es un barrio que me gusta muchísimo, histórico, donde puedes hacer cosas andando, porque en esta ciudad hay que moverse casi siempre en coche. Bajo una calle y puedo ir a la compra o al cine, hay bares y restaurantes”, arranca Lourdes. Si hasta aquí parece el argumento de una peli rosa, el hallazgo fue más prosaico. “Me temo que no hay ninguna historia romántica detrás, tuvimos que perseguir meses al agente inmobiliario. Fue como si tuviera un vínculo emocional con la familia que la habitaba y no nos la quisiera vender”. Se trataba de una construcción de los años 20 con ventanas en forma de arco en la fachada principal. “Parece una mezcla entre mediterránea y cottage, muy singular. Es de ladrillo visto, que hemos pintado de blanco; también cambiamos las ventanas, por idénticas de madera a medida sin alterar los huecos existentes”, describe. Lourdes y Zach, arquitecto técnico al frente de Good Boy Develops, se ocuparon ellos mismos de la reforma. “Estaba casi en estado original, aunque se veía que había sido más pequeña y la habían ampliado utilizando el porche; fue entonces cuando crearon esas ventanas arco. Abrimos claraboyas en el pasillo, elevamos los techos, sobre todo en el comedor. Debió de ser una moda en Los Ángeles en los 70, los bajaban muchísimo para hacer los espacios más cozy”, explica ella. Además de cambiar electricidad y fontanería, añadieron un aseo extra y crearon una master suite con vestidor y baño. Tienen otro de invitados, y también en el antiguo garaje, en la parte trasera y con entrada independiente, han hecho un apartamento completo para sus visitas. “Pasé mucho tiempo aquí durante la obra porque quería mudarme rápido y eso me hizo entender muy bien el espacio. Me sabía las medidas de memoria. Creé un PDF donde iba metiendo todo lo que me gustaba de las tiendas online y, aunque seguíamos de reforma, compré todos los muebles de golpe un Black Friday, porque tenía muy claro lo que quería”. Igual de nítido tiene su futuro: seguir cantando donde y con la frecuencia que le apetezca, buscar el lugar perfecto para abrir un hotel-boutique pequeño y coqueto y seguir ejerciendo de intérprete para los muchos amigos que se dejan caer por la ciudad. goodboydevelops.com