AD (Spain)

CAMPO DESNUDO

- texto: GONZALO HERRERO DELICADO fotos: ERNESTO ARTILLO

Ernesto Artillo ha intervenid­o con su arte un cortijo en Almería rehabilita­do con mucho mimo y sobriedad.

Rehabilita­do con mimo por el arquitecto Álvaro Carrillo, este cortijo tradiciona­l en el Cabo de Gata ha sido intervenid­o por el artista Ernesto Artillo con el nudismo de sus playas como referente.

en 2017, el arquitecto malagueño Álvaro Carrillo recibió el encargo de transforma­r un cortijo de 1889 en Níjar, a pocos kilómetros del Cabo de Gata, en una casa veraniega. El resultado es esta construcci­ón, intervenid­a y retratada por el artista Ernesto Artillo antes de que los propietari­os entrasen a vivir, junto a un grupo de hombres y mujeres, con los que ha buscado transmitir la esencia hedonista de este rincón de la costa. “Al ver el espacio tan vacío quise llenarlo de cuerpos desnudos, como lo están los que inundan las playas nudistas del lugar. Cuerpos libres, tranquilos, tan dispuestos al placer como la mirada arquitectó­nica de Álvaro”, dice Artillo. La arquitectu­ra es cruda, pura y sin artificios. Tras una exhaustiva investigac­ión casi arqueológi­ca, Carrillo decidió plantear un proyecto que respetara al máximo la configurac­ión original, recuperand­o los muros de piedra y sacando a la luz algunos de los elementos originales. “Revisé la estética de las viviendas tradiciona­les de Almería desde un punto de vista contemporá­neo pero sin caer en el pastiche. Buscaba que el proyecto no desafiara lo ya existente, sino que conviviera” explica. El edificio principal, donde antiguamen­te se ubicaba el pajar, ha recuperado sus arcadas de siete metros de altura que ahora se intersecta­n con un mezzanine en el que se encuentra el dormitorio. En la planta baja se encuentran la cocina, el salón, un taller y otra habitación. Las estancias se conectan de manera fluida a través de puertas de contrachap­ado de madera de okume, que, junto al suelo de hormigón pulido, permiten aportar nuevas texturas. El patio, anteriorme­nte ocupado por un corral abierto, se ha dejado diáfano con el propósito de recuperar momentos de la infancia del dueño, cuando salía a jugar mientras su familia estaba de tertulia en el porche, y que ahora define como “acogedor y austero”. Esa sobriedad se enfatiza, además, con ventanas, puertas y escaleras inspiradas cada una en un arquitecto diferente: Gio Ponti, Lloyd Wright, Ricardo Bofill o Luis Barragán. Ernesto Artillo ha intervenid­o el espacio, además de con cuerpos anónimos, con una serie de murales repartidos en suelos y paredes, en los que ha usado materiales recuperado­s de una cantera cercana y de un taller de artesanía local. Elementos clave para definir la nueva identidad del Cortijo Boquera Morilla que está nominado a los Premios de Arquitectu­ra Mies van der Rohe. @alvarocarr­illoestudi­o

 ??  ??
 ??  ?? La fachada del cortijo ha conservado elementos originales, como la entrada de las palomas. Las puertas están inspiradas en Luis Barragán. En la otra página: El arquitecto mantuvo los nichos de palomas que se descubrier­on durante la obra como elemento decorativo.
La fachada del cortijo ha conservado elementos originales, como la entrada de las palomas. Las puertas están inspiradas en Luis Barragán. En la otra página: El arquitecto mantuvo los nichos de palomas que se descubrier­on durante la obra como elemento decorativo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain