Campo de PRUEBAS
La fundadora de Designers Guild, Tricia Guild, analiza su filosofía estética y vital en In my View, un libro en el que abre las puertas de sus casas en Londres y Umbría. Pasen y vean.
Colorista, alegre, desenfadado y de un carácter que lo diferencia del resto. El universo de la creadora británica Tricia Guild es un perfecto reflejo del estilo que ha hecho mundialmente famosa Designers Guild, la firma de textiles que fundó en los 70 y que hoy se distribuye en más de 80 países. Al menos así lo demuestran sus residencias en Italia e Inglaterra, que acaba de desgranar en las páginas de su nuevo libro: Tricia Guild: In my View (Ed, Merrell, ya a la venta). La primera de ellas es una antigua granja reformada al completo en Umbría, de la que solo dejó su esqueleto, en el que la diseñadora reinterpreta sin miedo el estilo de una clásica casa de campo italiana. “Estábamos decididos a adoptar la lengua
vernácula local, pero también a reinventarla, a crear algo nuevo ofreciendo una interpretación contemporánea”, señala. Así, gracias al trabajo del arquitecto Stephen Marshall y de la paisajista Arne Maynard, Guild fundió interior y exterior recurriendo a materiales poco usuales en la zona como el vidrio, el cemento o el metal galvanizado e inundó las estancias de color y de textiles de su firma. Por el contrario, su refugio de la capital británica, un edificio victoriano con jardín es una reencarnación de su espíritu creativo y experimental. “Es mi versión de un laboratorio, un lugar donde probar diseños y evaluar cómo funcionan los tonos juntos”, cuenta. Las dos casas, sin embargo, tienen algo en común, que también destilan las fotografías y textos de su libro: el sello personal de una creadora inconfundible. DESIGNERSGUILD.COM POR EDUARDO INFANTE