AD (Spain)

CLASE DEL 73

DESDE 1873 LA REAL ACADEMIA DE ESPAÑA EN ROMA RECIBE A ARTISTAS QUE VIVEN Y CREAN AQUÍ. MONEO Y ANTONIO LÓPEZ FUERON ILUSTRES BECARIOS. VISITAMOS ESTE MONASTERIO DEL XVI Y LA OBRA DE SUS HABITANTES.

- Por ITZIAR NARRO fotos: MIRTA ROJO

Los primeros que llegaron aquí fueron los Reyes Católicos, que mandaron construir un templete a Donato d’Angelo Bramante allá por 1502 en la colina del Janículo. Después se terminó el resto del edificio que compite, en altura, con la cúpula del Vaticano. “Tienes la ciudad a tus pies y ese cielo romano rojizo que posee una fuerza brutal”, nos cuenta el arquitecto Jesús Donaire, que fue becario en 2014-2015 y ahora comisaría la exposición Processi 146, en la que los estudiante­s de este año muestran sus obras. Y es que este antiguo monasterio al norte del Trastevere se convirtió en 1873 en la Real Academia Española en la ciudad. Por aquí han pasado Antonio López o Rafael Moneo

en los 60, cuando las residencia­s se alargaban dos años y daban para mucha Roma. Ahora se quedan nueve meses pero, a cambio, hay más (23 esta edición) y han transcendi­do los límites del gran arte para multiplica­r disciplina­s: músicos, diseñadore­s, ilustrador­es, escritores, videoartis­tas, escenógraf­os, comisarios, fotógrafos, además de pintores y escultores. Todos ganaron su plaza entre 500 posibles candidatos en uno de los concursos más apetecible­s del mundo, con propuestas relacionad­as necesariam­ente con la ciudad, la Academia o el país. Así, Fernando Sánchez-Cabezudo grabó los sonidos del popular barrio de Garbatella para que se puedan escuchar en la sala del piano; la peruana Andrea Canepa construyó una escultura de metal “que abstrae las formas de las casas que los arquitecto­s de Mussolini plantaron en la conquistad­a Libia”; Anna Talens, desde el estudio más codiciado del edificio, el de la Torre, habla sobre los lugares sacros: “En mi instalació­n reflexiono sobre el poder mágico de los espacios y los objetos, su espiritual­idad, poniéndolo­s en el contexto del Monte Áureo en el que está ubicado este complejo, que tenía connotacio­nes místicas”, nos cuenta. Taxio Ardanaz, por su parte, pinta sus abstraccio­nes coloristas intentando descifrar el origen de la

violencia y la relación de los italianos con los símbolos fascistas; e Igor Bragado, arquitecto, se ha inventado una instalació­n que relaciona el culto al cuerpo con la muerte remitiéndo­se a prácticas milenarias. Todos estos proyectos artísticos son pensados y reformulad­os durante meses entre estos viejos muros, rodeados de jardines, explosivos atardecere­s y calor pegajoso, a dos pasos de esa maravilla que es la Piazza di Santa Maria in Trastevere. Casi parece que habría que susurrrarl­es al oído: memento mori (“recuerda que vas a morir”), como les repetían una y otra vez a los emperadore­s que volvían triunfante­s de las guerras imperiales en la Roma clásica. Porque, efectivame­nte, entre tanta bellezza, uno se olvida. “Lo mejor de este lugar es que los artistas se influyen unos a otros, la transversa­lidad de sus conocimien­tos”, explica Ángeles Albert de León, su directora desde 2015 y una de las principale­s impulsoras de que la escuela se haya abierto a un arte menos convencion­al. 966 son los becarios que han dormido y creado en los 9.000 metros cuadrados del monasterio de San Pietro in Montorio durante los últimos 145 años, ahora con la ayuda de la Agencia Española de Cooperació­n Internacio­nal para el Desarrollo. La mayoría corrobora el buen ojo de la institució­n a la hora de elegirlos: solo en el Prado

“No es la TÍPICA residencia de artistas: aquí hay arquitecto­s, PINTORES, músicos, escritores. Nos contaminam­os”. JESÚS DONAIRE

hay 147 obras hechas por becarios de la Academia o por sus exdirector­es (entre ellos, el arquitecto Joaquín Vaquero o el escritor Valle-Inclán). Los selecciona­dos cuentan muchas veces ya con una trayectori­a importante, como es el caso de Itziar Barrio o José Ramón Amondarain en esta edición, que abandonaro­n temporalme­nte su trabajo para instalarse aquí. “Sin esta institució­n, no creo que hubiera llegado a terminar mi tesis sobre Borromini. No es la típica residencia de artistas, aquí nos contaminam­os”, remata Donaire, el comisario. El día de la inauguraci­ón de la muestra, entre los nervios de última hora y el calor, se mezclan los dibujos, sonidos, instalacio­nes y objetos de todos ellos, que más tarde serán expuestos en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, cerrando el círculo de esta aventura vital y profesiona­l. “Trabajar en el estudio de la Torre ha sido como crear tocando el cielo”, concluye Anna Talens. “A veces les pregutaba a mis compañeros: ¿qué pasa por ahí en la tierra?”. ACCADEMIAS­PAGNA.ORG

 ??  ??
 ??  ?? El Templete de Bramante del XVI en el complejo de San Pietro in Montorio, donde se ubica la Real Academia de España en Roma.
El Templete de Bramante del XVI en el complejo de San Pietro in Montorio, donde se ubica la Real Academia de España en Roma.
 ??  ?? La peruana Andrea Canepa y, arriba, su escultura.
La peruana Andrea Canepa y, arriba, su escultura.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? El espacio de trabajo de Nicolás Cambrano.
El espacio de trabajo de Nicolás Cambrano.
 ??  ?? Anna Talens en su taller-casa en la Torre.
Anna Talens en su taller-casa en la Torre.
 ??  ??
 ??  ?? Instalació­n de Fernando Sánchez-Cabezudo en la sala del piano.
Instalació­n de Fernando Sánchez-Cabezudo en la sala del piano.
 ??  ?? Las obras de la artista Anna Talens en una de las salas.
Las obras de la artista Anna Talens en una de las salas.
 ??  ?? El proyecto del arquitecto Igor Bragado.
El proyecto del arquitecto Igor Bragado.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain