Bailes de salón

Las coreografías de su dueño, el bailarín Antonio Najarro, inspiraron al arquitecto Raúl Almenara para reinventar este ático en Madrid. Un paso a dos.

Columnas, brillos, espejos, formas en espiral... Entramos en el teatral ático en Madrid que el arquitecto Raúl Almenara ha reinventado para el bailarín Antonio Najarro.

“Conviven los 40 y los 80, BAUHAUS y cerámica popular. Pocas PIEZAS que potencian la parte fantasiosa de la casa”. ANTONIO NAJARRO

COLUMNAS, pliegues, curvas, brillos y espejos convierten el interior en un ESPECTÁCULO.

El espectáculo Alento que Antonio Najarro creó en 2015 como director del Ballet Nacional de España (cargo que dejó el pasado noviembre) es el punto de partida de su nueva casa, un ático de 80 m2 con terraza en El Rastro de Madrid. “Está en un edificio de nueva construcción de la era del boom inmobiliario. El interior estaba lleno de pasillos, con rincones inútiles y sin luz. Le propuse demoler todo y borrar los errores”, recuerda el arquitecto Raúl Almenara, quien se encargó de la transformación a partir de los bocetos que hizo Najarro para esa función. “Eran trazos a mano alzada con los movimientos de la compañía en grupo, junto con fotografías de la ropa, el pelo... De la primera coreografía, que se llama Origen, parte la planta, que tiene forma de espiral, y del vestuario de Teresa Helbig (maquillaje de los vestidos de ellas y azul de ellos), los diferentes colores del interior”, comenta Najarro. Esto se tradujo en una sinuosa distribución en forma de hélice mediante tabiques curvos y series de columnas que articulan recibidor, cocina, salón-comedor, despacho, dormitorio con vestidor y en el centro, el baño. “Toda esta caracola se materializa como una piel estriada en pliegues, como las telas que cubrían a los bailarines. En ocasiones es cerámica y en otras madera recubierta de microcemento, como los armarios. Un efecto de escenario potenciado por el espejo del techo de la cocina”, explica Almenara. El impacto se multiplica gracias a tres tonos de rosa, que marcan el recorrido, tanto en el suelo de microcemento, como en el techo, y a las paredes de azulejos ultramar. Así consiguieron trasladar el lenguaje de la danza a la vivienda. Su propietario recurrió a los anticuarios vecinos para amueblar. “Soy un amante de la fusión entre tradición y vanguardia, por eso no tuve miedo a mezclar años 40 con los 80, Bauhaus con cerámicas populares, terciopelo, madera, cristal y arte contemporáneo. Son pocas piezas que potencian las formas y la parte fantasiosa de la casa. Busco romper las barreras preconcebidas en mi trabajo y eso lo llevé a este espacio”, concluye Antonio. ANTONIONAJARRO.COM RAULALMENARA.COM

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La distribución tiene forma de espiral, y a sus lados se sitúan espacios como el comedor, con azulejos ultramar y armarios teñidos de rosa. En la otra página: El bailarín Antonio Najarro (izda.) y el arquitecto Raúl Almenara, vestidos de Duarte, entre las columnas que separan los espacios del ático.

Sofá Albert de Gigi Radice para Minotti, en L.A. Studio, con cojín, en Rue Vintage 74, mesa de espejo y cerámicas francesas de los 70, en Casa Josephine, y taburetes de Charlotte Perriand para Cassina, como las butacas Utrecht, en Gunni & Trentino. Mesitas nido de los 60, en Batavia, como el grabado de Palazuelo, y lámparas de Juanma Lizana Studio.

El comedor con mesa de acero de Michel Charron y sillas Irma de Achille Castiglioni para Zanotta, todo en Casa Josephine, jarrones Viva de BoConcept y lámpara Cassiopée de Max Sauze, en Reno Spain. En el módulo circular de la dcha., que ocupa el centro del ático, está el baño.

En un rincón del salón que da acceso a la terraza, chaise longue Tokyo de Charlotte Perriand para Cassina, lámpara de cerámica de los 80 y, sobre la peana, busto de fauno de 1900, ambos en Casa Josephine. En la otra página: En la cocina se instalaron espejos para “introducir al visitante en una atmósfera escenográfica, que se sienta desubicado”, dice el arquitecto. En los armarios de madera se repiten los mismos picos que representan las faldas de las bailarinas. Plantas y maceteros de Planthae.

El despacho con librerías y escritorio a medida, flexo Shelter de BoConcept, butaca Indochine de Perriand para Cassina, como los espejos de Ron Gilad, en Batavia. Dcha., la cocina de madera cubierta de microcemento. Abajo, taburetes Morph de Zeitraum, en Batavia. En la otra página: En el recibidor, lámpara Rise de BoConcept y taburetes LC14 de Le Corbusier para Cassina.

Arriba, el baño, con lámpara de Anastassiades para Flos, en Batavia, y taburete de Alain Gaubert, en Casa Josephine. Dcha., butaca años 60, en Gunni & Trentino, y lámpara Mantis, en Rue Vintage 74. En la otra página: El dormitorio con ropa de cama, en Rue Vintage 74, y lámpara Konkylie de Louis Weisdorf para Lyfa, en Reno Spain.