Limpieza detox
El arquitecto Felipe Hess depuró una casa brutalista de los 70 de São Paulo para convertirla en una mansión familiar, luminosa y de líneas sencillas hecha para el disfrute.
Quitando lo necesario, el arquitecto Felipe Hess convirtió una bizarra construcción brutalista de los 70 ubicada en una colina de São Paulo en una mansión de líneas depuradas.
“Hicimos una especie de LIMPIEZA, un ejercicio de simplificar, quitando los revestimientos y ORNAMENTOS que no tenían sentido”.
FELIPE HESS
Creo que era una de las casas más feas que he visto... ¡Era monstruosa!”. El arquitecto Felipe Hess no escatima en sinceridad a la hora de hablar de esta mansión de São Paulo, una construcción de los 70, cuyos dueños, una pareja con cuatro hijos que ya residía en ella, le pidieron hacer un lavado de cara. Lo primero fue cambiarle el color, de un brutalista gris pasó al blanco, y añadir una pasarela metálica que recorre la fachada exterior y conecta todos los pisos. “Yo la defino como una estructura palafítica. Es muy lúdica porque los niños la usan para jugar e ir de una habitación a otra o hasta la azotea”, señala Hess. También rehizo el tejado, arrasó el existente a dos aguas para hacer una terraza, donde proyectó una estancia de forma circular que rompe con las líneas rectas de la construcción y que ahora se usa como sala de ocio y mirador con vistas privilegiadas desde el barrio donde se ubica: Cidade Jardim. En el antiguo patio, que el paisajista Rodrigo Oliveira cubrió de plantas y árboles tropicales, instaló una piscina de 20 metros de largo para uso y disfrute del dueño, un apasionado de la natación, que empedró de pequeñas piedras portuguesas “para que pareciera una plaza pública”. Aunque desde fuera nadie diría que es la misma vivienda, los 750 m2 y tres pisos del interior apenas se tocaron: se mantuvo la distribución y la única intervención fue unir cocina y zonas de vida. “Hicimos una especie de limpieza, un ejercicio de simplificar, quitando los revestimientos, muchos de ellos panelados de madera muy pasados de moda, y ornamentos que no tenían sentido”. Hess y su equipo la poblaron de muebles cómodos, creando un ambiente relajado, familiar y fácil de mantener en el que destacan toques de color y una clara tendencia a reivindicar el diseño carioca con creaciones de Jorge Zalszupin, Sergio Rodrigues o piezas de factura propia. “Al final todo ha sido consecuencia de lo que existía. El resultado es un poco peculiar, si la hubiese hecho de cero no sería así, pero me gusta mucho. Bueno, a la familia y a sus hijos les encanta. No se creen que sea la misma casa”. FELIPEHESS.COM.BR