AD (Spain)

Ornamento sin delito

ADOLF LOOS hizó en 1908 una dura crítica al ADORNO y sacudió la DECORACIÓN. En su 150 aniversari­o, actualizam­os su LEGADO con diseño y arte.

- realizació­n: MARÍA AGUILAR fotos: JAIME GOROSPE

Actualizam­os el legado del arquitecto Adolf Loos, el pensador valiente que cuestionó y revolucion­ó la estética del siglo XX con su crítica al adorno superfluo.

La habitación tiene que ser confortabl­e; la casa tiene que parecer habitable”. Con esta máxima, y muchas otras en mente, Adolf Loos (Brno, Moravia 1870-Viena 1933), del que se cumplen 150 años de su nacimiento, se lanzó a cambiar la forma en la que vivían sus contemporá­neos. Nunca logró graduarse como arquitecto, lo que no le impidió trabajar como tal y preconizar el racionalis­mo y la simplicida­d de la Bauhaus enfrentánd­ose al modernismo preciosist­a de la escuela de la Wiener Werkstätte y la Secesión de Viena, donde ejerció la mayor parte de su carrera. Sus edificios eran cubos funcionale­s desprovist­os de adornos proyectado­s pensando en los interiores que debían contener. Fachadas discretas con habitacion­es de una cómoda y medida opulencia, pues el autor del conocidísi­mo y polémico ensayo Ornamento y delito, en el cual arremetía contra la arquitectu­ra pomposa y complicada (“fuerza de trabajo desperdici­ada, salud desperdici­ada... material desperdici­ado, capital desperdici­ado...”), defendía que “el hombre ama aquello que satisface su comodidad”. Por eso ponía su esfuerzo en crear espacios de hechuras magníficas con los nuevos parámetros de la vida moderna (intimidad, descanso, separación de zonas públicas y privadas...) que debían de ser la base de la estética. Lo había aprendido en su más tierna juventud, durante los tres años que pasó en Estados Unidos. De allí se llevó su espíritu pragmático desprovist­o de convencion­es historicis­tas y lo remató con los códigos de la nueva burguesía que había surgido en Inglaterra al calor de la Revolución Industral tras una breve estancia en Londres. De hecho, las viviendas que construyó en

“Un mueble liso es más bonito que las piezas de museo incrustada­s y esculpidas”. ADOLF LOOS

Viena las decoró en estilo anglosajón, menos rígido, más amable. Bancos tapizados aprovechan­do los rincones en esquina, librerías adosadas a ellos, sillas prácticas y bonitas pero sin tallas ni fruslerías. “Un mueble liso es más bonito que todas las piezas de museo incrustada­s y esculpidas”, decía polémico en su escrito vinculando daño y devastació­n con decoración innecesari­a, para él un falso lujo. En cambio considerab­a verdadero y necesario cubrir suelos y paredes de mármol, madera o, incluso, cobre (como en Villa Karma), pues eso no era ornamento sino revestimie­nto, el vestido real de la arquitectu­ra, sobre el que elaboró otra famosa teoría. Sus espacios coinciden en las maderas aceitadas, barnizadas o lacadas en tonos brillantes como el amarillo (“La madera puede pintarse de cualquier color, menos uno, de color madera”), los muebles a medida, las cretonas floreadas... Y es que Loos fue pionero en concebir la casa como un refugio particular, en intentar blindar la vida privada de la pública concibiend­o las hechuras y el mobiliario de cada habitación según su uso, más importante­s los salones, menos los dormitorio­s, como escribió en su Raumplan, la concepción libre del espacio de Loos. Todo ello lo aplicó en decenas de casas ejemplares que hoy son más que centenaria­s: Villa Müller, Casa Steiner, la del poeta Tristan Tzara en París o la nunca construida para la cantante Josephine Baker. Algunas de ellas se conservan fielmente y confirman las palabras de este visionario que afirmaba: “No proyecto planes, ni fachadas, ni secciones. Proyecto espacios”. POR ISABEL MARGALEJO

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 ??  ?? Butacas, en IKB 191, con cojines, en Rue Vintage 74, como la mesita y el kilim. Delante, escultura de Abraham Gutiérrez, en Gunni & Trentino. Detrás, cabeza, en Indietro, sobre peana, en Bahamonde, lámpara A811 de Artek, en Vitra, óleo de Jean Bouchet, en Casa Josephine, y camarera, en Batavia, con jarrón, en El 8, flores de Floreale y cristal de Zara Home. Moqueta Happy People de Alfombras KP, panelado con merbau de Boen, en Madrid Forest,y papel Adamas de Pierre Frey. En la otra página: Sofá de Arne Jacobsen para &Tradition, en Espacio Betty, sillas Rivulet de
Living Divani, en Minim, y mesa con centro checoslova­co, ambos en Bahamonde, y jarrón de Zara Home. Moqueta Takto 330 de Alfombras KP y redonda Stoense de Ikea. Pared con paneles, en Madrid Forest, jacquard Mai de Gastón y Daniela y fotografía de Jaime Gorospe.
Butacas, en IKB 191, con cojines, en Rue Vintage 74, como la mesita y el kilim. Delante, escultura de Abraham Gutiérrez, en Gunni & Trentino. Detrás, cabeza, en Indietro, sobre peana, en Bahamonde, lámpara A811 de Artek, en Vitra, óleo de Jean Bouchet, en Casa Josephine, y camarera, en Batavia, con jarrón, en El 8, flores de Floreale y cristal de Zara Home. Moqueta Happy People de Alfombras KP, panelado con merbau de Boen, en Madrid Forest,y papel Adamas de Pierre Frey. En la otra página: Sofá de Arne Jacobsen para &Tradition, en Espacio Betty, sillas Rivulet de Living Divani, en Minim, y mesa con centro checoslova­co, ambos en Bahamonde, y jarrón de Zara Home. Moqueta Takto 330 de Alfombras KP y redonda Stoense de Ikea. Pared con paneles, en Madrid Forest, jacquard Mai de Gastón y Daniela y fotografía de Jaime Gorospe.
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 ??  ?? Dormitorio infantil en
Villa Müller (Praga, 1930), decorado en vibrantes colores. Izda., Casa
Brummel (Pilsen, 1928). Debajo, Adolf Loos y el apartament­o del empresario Richard Hirsch (Praga, 1907).
Dormitorio infantil en Villa Müller (Praga, 1930), decorado en vibrantes colores. Izda., Casa Brummel (Pilsen, 1928). Debajo, Adolf Loos y el apartament­o del empresario Richard Hirsch (Praga, 1907).
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 ??  ?? Escritorio Boomerang de Peter Løvig Nielsen de los 60 con lámpara Lotus de Maisons Editions, ambos en Batavia, butaca años 30, en Bahamonde, y detrás, silla Rea de DePadova, en DomésticoS­hop. Alfombra Bonavita de The Rug Company, en BSB. En la pared, con madera de merbau, en Madrid Forest, y pintura Bosque de Titanlak, en Leroy Merlin, óleo de Francheto de Pornic, en Casa Josephine.
Escritorio Boomerang de Peter Løvig Nielsen de los 60 con lámpara Lotus de Maisons Editions, ambos en Batavia, butaca años 30, en Bahamonde, y detrás, silla Rea de DePadova, en DomésticoS­hop. Alfombra Bonavita de The Rug Company, en BSB. En la pared, con madera de merbau, en Madrid Forest, y pintura Bosque de Titanlak, en Leroy Merlin, óleo de Francheto de Pornic, en Casa Josephine.
 ??  ?? A la izda., biombo de los Eames editado por Vitra, en DomésticoS­hop, y sofá Fly SC3 de Space Copenhagen para &tradition, en Espacio Betty, con cojín de Lindell & Co, en Rue Vintage 74, y lámpara Journey de &tradition, en Minim, y de techo, en IKB 191. Dcha., mesita nórdica, en El 8, con cerámica francesa de los 70 y escultura centroamer­icana años 50, ambas en Casa Josephine. Sillón Womb amarillo de Knoll, en Gunni & Trentino, burdeos, en DomésticoS­hop, y puf años 50 con tapicería de Pierre Frey, en IKB 191. Moqueta Takto 740 de Alfombras KP, y kilim, en Indietro. En la pared, papel Makrana de Harlequin, en Pepe Peñalver, y acrílico de Paloma Moreno, en Bahamonde.
A la izda., biombo de los Eames editado por Vitra, en DomésticoS­hop, y sofá Fly SC3 de Space Copenhagen para &tradition, en Espacio Betty, con cojín de Lindell & Co, en Rue Vintage 74, y lámpara Journey de &tradition, en Minim, y de techo, en IKB 191. Dcha., mesita nórdica, en El 8, con cerámica francesa de los 70 y escultura centroamer­icana años 50, ambas en Casa Josephine. Sillón Womb amarillo de Knoll, en Gunni & Trentino, burdeos, en DomésticoS­hop, y puf años 50 con tapicería de Pierre Frey, en IKB 191. Moqueta Takto 740 de Alfombras KP, y kilim, en Indietro. En la pared, papel Makrana de Harlequin, en Pepe Peñalver, y acrílico de Paloma Moreno, en Bahamonde.
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 ??  ?? Villa Müller (Praga, 1929), un ejercicio de funcionali­dad, lujo simple y Raumplan, la concepción libre del espacio de Loos. A la izda., dos imágenes de la Casa Brummel (Pilsen, 1928).
Villa Müller (Praga, 1929), un ejercicio de funcionali­dad, lujo simple y Raumplan, la concepción libre del espacio de Loos. A la izda., dos imágenes de la Casa Brummel (Pilsen, 1928).
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 ??  ?? Desde atrás, retrato alemán del XIX, en Rue Vintage 74, pieza de cristal transparen­te, en Indietro, copa de helado de Limoges de Raynaud y de cristal soplado, huevo y pantera de porcelana húngara de Herend, vaso (tumbado)
Verdures de cristal checo tallado de Artel y huevera de Limoges de Marie Daâge, todo en Pía Rubio. Jarrón art déco belga ámbar años 30, en Bahamonde, candelabro­s de Jens Quistgaard años 60, en Reno Spain, y fuente ovalada de Jaime Hayón y juego de café Carrara, todo de Vista Alegre. Papel Cannage de Pierre Frey y mantel bordado a mano sobre lino de Antonio Ballester Moreno para Iloema.
Desde atrás, retrato alemán del XIX, en Rue Vintage 74, pieza de cristal transparen­te, en Indietro, copa de helado de Limoges de Raynaud y de cristal soplado, huevo y pantera de porcelana húngara de Herend, vaso (tumbado) Verdures de cristal checo tallado de Artel y huevera de Limoges de Marie Daâge, todo en Pía Rubio. Jarrón art déco belga ámbar años 30, en Bahamonde, candelabro­s de Jens Quistgaard años 60, en Reno Spain, y fuente ovalada de Jaime Hayón y juego de café Carrara, todo de Vista Alegre. Papel Cannage de Pierre Frey y mantel bordado a mano sobre lino de Antonio Ballester Moreno para Iloema.

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