oficina “Nos inspiró la gris y monótona de los 50 pero azul noche añadimos gris rojo teja y piedra liberar buscando las ideas y el intercambio opiniones”. de
Local donde se hace, se ordena o trabaja algo”. La RAE se ha quedado corta para definir cómo debe ser hoy la oficina. El confort y flexibilidad son ahora las nuevas claves para colaborar en equipo, concentrarse o relajarse, recibir a colaboradores y fomentar la creatividad. En AD, además, queríamos reflejar la estética de la revista y, al ser nuestra especialidad, sentirnos como en casa. Junto al arquitecto Carlos Tomás, de Estudio Reciente, transformamos estos deseos en el Espacio AD en Condé Nast, una oficina versátil, adaptable y de escala doméstica. “La continuidad espacial es su punto fuerte, logramos un interior abierto sin divisiones estrictas –explica Tomás–. La redacción, la sala de reuniones y el despacho de dirección se conectan de forma circular a través de un doble muro de cortinas que permite una transición suave entre ellas. Esta piel textil puede cerrarse y crear privacidad”. La reforma, con una demolición selectiva, buscó reducir los residuos y muchos materiales elegidos, como el suelo vinílico IQ Surface de Tarkett, son reciclables y sin emisiones. Los puntos cromáticos del pavimento marcaron la elección de colores y el hilo conductor del interiorismo. En la redacción, el gris piedra, con sillas, armarios y mesas de Ikea personalizadas por Cubro Design y la luz cálida tamizada por cortinas o con lámparas de Muuto crea una atmósfera de trabajo relajada y atemporal. “Partimos de esa imagen de oficina monótona de las películas de los 50 y fuimos añadiendo otros tonos. La profundidad del azul noche en la entrada y el office nos saca de este pequeño oasis visual y el total look granate de la sala de juntas le confiere una apariencia teatral con el fin de liberar las ideas y el intercambio de opiniones”, apunta Tomás. El despacho de dirección en beige claro con un gran escritorio colaborativo toma elementos y tonos de las otras zonas para adoptar una identidad propia. Al igual que en nuestras casas, las plantas aportan la vida natural necesaria, las taquillas para elementos personales permiten despejar las mesas comunes y el office es un punto de encuentro espontáneo para que surja la chispa creativa. Es la oficina en casa, o la casa en la oficina. ESTUDIORECIENTE.ES