“Redujimos el consumo e INVERTIMOS en clásicos de calidad. La durabilidad es parte de la SOSTENIBILIDAD”.
Tenemos que hablar’. Pero en esta historia no saltan las alarmas entre cliente y arquitecto cuando se pronuncian las temidas tres palabras, todo lo contrario. Este luminoso piso de 100 m2 en un edificio de principios del XX en el centro de Madrid revivió con la llegada de sus nuevos propietarios, Miriam Giovanelli y el artífice de la renovación, su marido Xabier Ortega, fundador de Beta.Ø junto a Borja Peña y Ernesto Sierra. “Me dije, zapatero, a tus zapatos, y aproveché lo afortunada que soy porque me encanta lo que hace su estudio. Él es el que sabe de tecnicismos y afrontamos el proyecto como un cliente con su arquitecto, con reuniones para concretar lo que queríamos, ya que desde el principio pensamos en formar una familia (tienen dos hijos Renata, de poco más de un año, y Lorenzo, de meses), y posteriores visitas de obra para escoger acabados, colores, materiales...”, comienza la actriz. Demolieron todo. “Y así conseguimos grandes espacios diáfanos conectados entre ellos e iluminados de manera natural, gracias a sus cuatro balcones, manteniendo en todo momento la altura libre hasta el forjado original para conseguir un hogar depurado y sosegado”, prosigue Xabier. El apartamento se distribuye en generosas estancias que incluyen recibidor, una gran sala ocupada por la cocina, que también es comedor y salón y que se comunica con una salita (“una de las peticiones de Miriam, su lugar en el que poder leer y ver películas aislada de cualquier ruido, por ello, se apostó por el cerramiento de vidrio para proporcionar silencio manteniendo la sensación de espacio abierto”), dos dormitorios, uno con baño en suite, y otro de cortesía. Todo mantiene una unidad cromática en relajados tonos naturales, uno de los sellos de Beta.Ø, lo que se traduce en paredes y techos rematados con una veladura de cal que les da textura, suelo de tableros de roble macizo que convive con los de micromortero (en baños y sala de lectura) y esenciales diseños de piedra, como la mesa que Xabier creó para la cocina o los lavabos de mármol Calacatta. La casa sigue una filosofía compartida: reducir al máximo lo innecesario. “Hace tiempo que optamos por comprar de forma consciente. Limitamos el consumo a lo fundamental, evitamos tendencias e invertimos en clásicos de calidad. La durabilidad de un producto es el núcleo de su aportación a la sostenibilidad”, afirma Miriam. De esta forma comparten metros con una cuidada selección de mobiliario en el que predominan las líneas horizontales firmado por grandes como Isamu Noguchi, Ray y Charles Eames, Hans J. Wegner, Miguel Milá o Jean Prouvé. Así quedan las paredes desnudas, para que la luz fluya en un impecable plano secuencia. BETA¦PUNTOCERO.COM