Un hombre solo

El arte y los guiños de humor, además de algunos toques de‹initivamente masculinos, de‹inen este apartamento londinense reiventado por el interiorista americano Charlie Ferrer.

El salón es un gran espacio con ventanales donde se integran dos zonas de estar y el comedor. Las estanterías gemelas a los lados crean simetría y unidad. En primer plano, sofá blanco diseñado por Charlie Ferrer con tela de Pierre Frey, lámpara de techo 2097 de Gino Sarfatti editada por Flos y, en la pared central, fotografía Grei bar 74 de Wolfgang Tillmans.

En la chimenea, caja de luz Marquee de Philippe Parreno y, a la izda., fotografía 03.06.1965 de Danh Vö y retrato de Paul Hudson por Peter Hujar. Mesitas nido de Jacques Adnet, butaca de Pierre Guariche, en Galerie Portuondo, sillones blancos

DS 41 de De Sede y alfombra vintage, en Rare Rugs London. En la otra página: En el comedor, mesa de Guillerme et Chambron, sillas de los Eames, en Vitra, óleo Sale el sol, se pone el sol de Jana Euler y escultura Untitled de Michael E. Smith.

“El piso es cálido y acogedor, MASCULINO pero no en exceso y con guiños de HUMOR”.

CHARLIE FERRER

“A cada PASO que das te topas con un rincón donde el arte interactúa contigo de una manera INESPERADA e íntima”.

CH. F.

En el barrio de Marylebone, en el centro de Londres, en una de las encantadoras plazas privadas de la ciudad, el interiorista americano Charlie Ferrer ha transformado un apartamento de 150 metros cuadrados en la acogedora casa de un hombre solo. En el segundo piso ("a la altura de las copas de los árboles", nos cuenta) de un edificio del siglo XIX, Ferrer ha obrado su magia para convertir un espacio frío y neutro en un refugio relajado aunque lujoso, "pensado para ser cálido y acogedor, masculino pero no en exceso y con algo de sentido del humor", sigue. El piso se distribuye en dos dormitorios con sus baños, una entrada con tocador incorporado, una cocina y un salón de generosas proporciones. "El gran espacio central es perfecto para colgar la colección de arte del dueño que se ilumina con la luz natural indirecta que entra por las ventanas. La estancia era lo suficientemente generosa como para que la dividiésemos en varios rincones y una zona de comedor", explica el decorador.

Obras de Wolfgang Tillmans, Arthur Jafa, David Wojnarowicz, Danh Vö, un tótem de Michael E. Smith y una caja de luz de Philippe Parreno se mezclan con muebles escogidos por Ferrer de De Sede, Pierre Guariche, Jacques Adnet, Roger Capron, Guillerme et Chambron, Gino Sarfatti, Gio Ponti o Marcel Breuer. "La fotografía y la escultura son claves en esta vivienda que pintamos con una paleta de grises cálidos y blancos matizados de la firma Little Greene Paint, aunque reservamos el verde para algunos detalles y tapizados. Rehabilitamos nosotros mismos las ventanas y colocamos moquetas en los dormitorios y esteras de sisal en el salón, sobre las que extendimos alfombras vintage", remata Charlie. El resultado es un lugar desenfadado pero elegante donde la colección del dueño es una extensión de la decoración. "A cada paso que das en este piso te topas con un rincón en el que el arte interactúa contigo de una manera inesperada e íntima", concluye el interiorista. FERRER.CO

En un rincón del salón, en la pared, obra Mickey Mouse was a Scorpio de Arthur Jafa y estantería de Tino Seubert. Sofá diseño de Charlie Ferrer con una tela de algodón y alpaca de Sandra Jordan, pareja de sillas italianas y mesita de cerámica de Roger Capron.

En una esquina del salón, ojo Untitled (eye with ant) from the Ant) de David Wojnarowicz. Izda., en el pasillo, collage Untitled (Backward Sad Ass Painting) de Karl Holmqvist y fotografía Grey jeans, inside de Wolfgang Tillmans. Debajo, Charlie Ferrer junto a la fotografía Grei bar 74 de Wolfgang Tillmans.

En la cocina, sobre la silla de los Eames, Canvas wrap (purple) de Stefan Tcherepnin. Izda., en el salón, escultura Articulated Felix Doll de Mark Leckey y lienzo Moiré #21 de Liz Deschenes. Debajo, en el dormitorio principal, silla de Pierre Guariche con cachemira de Loro Piana, aplique vintage de Stilnovo y sobre la cama, otro de Gio Ponti.

En un pasillo, silla primitiva anónima y fotografías Shiny Shorts y Arms and Legs de Tillmans. En la otra página: En otro dormitorio, cabecero diseño de Ferrer, como los cojines con alpaca de Loro Piana, manta de Sandra Jordan, escritorio francés de los 50 y silla de Marcel Breuer. Dcha., en un baño, espejo escandinavo y placa de bronce a medida.