Un camino de libertad creativa
La travesía vital y profesional de la artista cubana Rachel Valdés ha estado marcada por el esfuerzo y la determinación en perseguir sus sueños. Ella representa el espíritu de 'Viviremos cien años', una iniciativa de 'AD' para BBVA Patrimonios.
Su deseo de tener otra perspectiva de la vida, de explorar mundo y de poder desarrollar sus proyectos artísticos de una manera más fluida llevaron a Rachel Valdés a tomar la decisión de abandonar Cuba para cursar una beca en Barcelona y así seguir dando forma a una vocación que la ha acompañado desde niña. Asegura que no fue una decisión difícil, ya que tenía las ideas muy claras y el apoyo de los suyos, pero confiesa que xtraña muchas cosas de su tierra natal: "El ruido ambiental, los olores y, por supuesto, la familia y los amigos. Los lugares no son nada sin las experiencias que te brindan las personas". Hoy, de nuevo en la Ciudad Condal tras un tiempo afin ada en Madrid, desde su coqueto estudio da rienda suelta a un universo creativo que no entiende de encorsetamientos ni etiquetas, que explora con la misma soltura la instalación, la pintura, el dibujo o la fotografía, y que la ha convertido en unas de las artistas cubanas contemporáneas más relevantes. Una libertad profesional y vital que ella entiende como “el coraje para perseguir la autenticidad, para ser fi l a uno mismo en un mundo que constantemente nos empuja hacia la conformidad; es la valentía y la voluntad de permanecer abiertos al cambio, al aprendizaje y al crecimiento". Aunque reconoce que la senda a recorrer no siempre es fácil: "El camino del artista está tan colmado de rechazos y fracasos como de éxitos y alegrías. Cada 'no' recibido es una semilla de la que puede brotar fortaleza, siempre que se riegue con refl xión y no con resentimiento. La verdadera maestría surge de la perseverancia, de la capacidad de volver a levantarse". Esa es precisamente la esencia de Viviremos cien años, una iniciativa de AD para BBVA Patrimonios.