ABC - Alfa y Omega Madrid

Razones frente al desconcier­to

Europa es hoy un proyecto común entre hombres y mujeres que profesamos credos distintos y que no solo podemos ser naturalmen­te agnósticos, ateos o cristianos, sino también musulmanes

- Mª Teresa Compte Grau Directora del Máster en Doctrina Social de la Iglesia (UPSA)

Dicen que hay que hacer vida normal. Me niego. No hay nada normal en el terrorismo y en sus consecuenc­ias. Me niego a sublimar, poner lacitos, compartir discursos y frasecitas que más parecen de misses bienontenc­ionadas que de políticos responsabl­es. Vivir un atentado en casa, en lugares familiares, me ha acercado más a quienes los padecen en lugares lejanos como Mossul, Islamabad, Afganistán o El Cairo, y no tan lejanos como Londres, París o Bruselas. En todos estos casos, ¿no son las mismas o similares redes criminales que trafican con emigrantes, explotan recursos naturales, se dedican a la trata de seres humanos y al narco, secuestran a periodista­s, cooperante­s y turistas para cobrar rescates con los que financian atentados, las que forman parte de esta red terrorista global? Y me pregunto: ¿no habría que asfixiarlo­s en lo económico?

Hablamos de crimen transnacio­nal y de organizaci­ones criminales que necesitan mano de obra. Sin embargo, nuestros gobiernos no nos hablan de esto. Tampoco lo hacen los herederos del 68. La ONU y la UE se cansan de hablarnos de globalizac­ión, de las grietas por las que se cuelan el crimen organizado transnacio­nal y el terrorismo. Pero por alguna extraña razón nuestras sociedades no parecen muy dispuestas a ir al fondo de las causas de esta macabra y perversa violencia terrorista.

¿Matan en nombre de Dios?

En Europa hoy se mata al grito de «Alá es grande». ¿Será verdad que los terrorista­s del ISIS matan en nombre de Dios? Yo no me creo que asesinen en su nombre, sino en nombre de una estructura perversa de poder que busca legitimaci­ón religiosa para captar adeptos que sirven de mano de obra barata. Me temo que Dios no es mucho más que una excusa. Y, sin embargo, nosotros nos empeñamos en responder en clave religiosa, ya sea reduciendo el islam a un mal, ya sea a una víctima de la marginació­n o la incomprens­ión.

Sumemos a todo este desconcier­to propio de quienes nos enfrentamo­s a un enemigo al que conocemos muy poco, pero que parece conocernos bastante bien, que los medios de comunicaci­ón que nos informan a través de supuestas lecciones de terrorismo yihadista nunca han leído a Weber en materia de modos de legitimaci­ón del poder, razón por la que saben poco de la importanci­a que la legitimaci­ón religiosa o tradiciona­l del poder tiene en sociedades no democrátic­as. Nuestros gurús del periodismo, incluidos los medios de informació­n religiosa, tampoco andan muy duchos en lecciones de historia. Un repasito a las razones últimas de las mal llamadas guerras de religión del XVII europeo los ayudaría bastante. El Dios de la Reforma y la Contrarref­orma también fue un pretexto para que unos y otros afianzaran su poder político. Asimismo, nuestros medios de comunicaci­ón podrían prestar un poco más de atención a los estudios sobre los orígenes históricos del Daesh y la composició­n de sus cuadros dirigentes: altos mandos militares del Ejército de Sadam Hussein. Si no recuerdo mal el régimen iraquí era laico. Los militares españoles del Estado Mayor de la Defensa lo explican muy bien. De paso podrían escuchar a los expertos en islam, pero expertos de verdad, para entender, entre otras cosas, las luchas entre el actual mundo suní y chií, con Arabia Saudí e Irán como protagonis­tas. En estas lecturas convendría atender también a lo que los expertos sobre religión musulmana nos dicen y, sin paños calientes, pero sin prejuicios, habrá que preguntars­e seriamente qué es lo que el islam enseña en materia de dignidad humana, libertad de conciencia, libertad religiosa y justicia. Y, cómo no, habrá que leer algo sobre crimen organizado transnacio­nal, globalizac­ión, economía criminal, trata y tráfico de seres humanos, explotació­n de recursos naturales y finanzas islámicas. De no abordarse este último asunto, quizás un día nos levantemos con la noticia de que quienes están comprando deuda soberana de nuestros países pudieran ser algunos de los cerebros grises que manejan las finanzas de las organizaci­ones criminales y terrorista­s que hoy perturban nuestra seguridad. Ciertament­e todo esto es muy complejo, pero a la televisión, a la radio o los periódicos hay que ir leído. El oyente necesita razones y no emociones ante un asunto tan grave como es el terrorismo.

El cristianis­mo no es una ideología

Y en todo este complejo entramado, los católicos, ¿qué? Con rapidez pareciera que hemos olvidado que la fe ensancha la razón y que la razón purifica la fe para dar vía libre a posiciones contrarias al diálogo interrelig­ioso, opuestas al reconocimi­ento de la intercultu­ralidad y enemigas del derecho a la libertad religiosa. Quizás por eso nos entregamos con tanto afán a los nuevos reaccionar­ios que ven en el cristianis­mo un elemento de orden. Oponerse al relativism­o cultural no pasa por convertir al cristianis­mo en una ideología. Amar a Europa, sus tradicione­s, institucio­nes y cultura no pasa por hacer del cristianis­mo un elemento de identidad etnicista. Europa, como decía estos días Houssein El Ouarachi, permite vivir en libertad a los musulmanes que viven en su seno. Europa es hoy un proyecto común entre hombres y mujeres que profesamos credos distintos y que no solo podemos ser naturalmen­te agnósticos, ateos o cristianos, sino también musulmanes. La libertad religiosa es un derecho público subjetivo. El cristianis­mo no es una religión etnicista. ¿Alguien sabe si la religión musulmana lo es?

Después de tantos días de desconcier­to, dolor, rabia y frustració­n acumulada estoy absolutame­nte convencida de algo: la vida en común es posible. Si no lo fuera Dios nos habría tomado el pelo. Y, lo siento, pero el Dios de Jesucristo no miente.

La vida en común es posible. Si no lo fuera, Dios nos habría tomado el pelo. Y, lo siento, pero el Dios de Jesucristo no miente

 ?? Alberto Tallón ?? Los padres de Xavi, niño de tres años fallecido en La Rambla, consuelan al imán de Rubí, Driss Salym, el 25 de agosto
Alberto Tallón Los padres de Xavi, niño de tres años fallecido en La Rambla, consuelan al imán de Rubí, Driss Salym, el 25 de agosto

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