La religión de nuestro tiempo
En Rusia hay bastante ambiente de cara al Mundial de fútbol, aunque creo que tienen pocas esperanzas de hacer un buen papel. Piensan en Alemania, Brasil o España como favoritas. En esto los rusos, aunque son muy futboleros, también son bastante realistas. El vínculo de fútbol y religión es más complejo. Cuando veo el circo que se monta en torno al fútbol, por ejemplo una final de la Champions o un campeonato del mundo, tengo la sensación de que el fútbol se ha convertido en la religión de nuestro tiempo, lo que mueve a las masas y levanta pasiones, y hace que se realicen obras enormes, como los estadios que han construido en Rusia en estos años, que son realmente espectaculares, como antes el fervor religioso levantaba catedrales góticas. La única diferencia, que es muy sustancial, es que el fútbol no salva, solo entretiene, y además nos secuestra la libertad y la responsabilidad, pues a diferencia de la experiencia religiosa (en la que la gracia supone la naturaleza, y debemos responder con la fe y los actos a la llamada de Dios), en el fútbol no podemos hacer nada, solo ver y desear, pero la felicidad que procura depende totalmente de otros, que además se forran a nuestra costa. En síntesis, el fútbol se ha convertido en una pseudoreligión, en una idolatría, y, por tanto, en algo pernicioso. Lo digo yo, que soy aficionado al fútbol, y además soy del Atleti...