Los cardenales Osoro y Blázquez se pronuncian
«Una publicación maravillosa» y «un tabú escandaloso», dicen de la Humanae vitae los dos cardenales en unas jornadas organizadas por la CEE
Hay que hacer «un recuerdo agradecido al que pronto será san Pablo VI, que tuvo ese atrevimiento, esa osadía que solo la da el Evangelio, de hacer esta publicación tan maravillosa como fue la Humanae vitae», dijo el cardenal Carlos Osoro la semana pasada en Madrid durante unas jornadas con motivo del 50 aniversario de la encíclica, organizadas por la Subcomisión de Familia de la CEE.
El arzobispo de Madrid animó a descubrir «la sabiduría de la ecología humana», y pidió huir de la tentación de «ideologizar la fe», y también de «seleccionar páginas del Evangelio sin acogerlo en toda su integridad, haciendo una imagen a mi medida». Al mismo tiempo, subrayó que «la fe no son dogmas ni exigencias morales como puntos de partida. La fe es haber encontrado a Alguien, a Dios mismo». «El Señor nos regala una manera de entender la vida y de comportarnos, y hay que atreverse a decirlo». Tal como hizo el Papa Pablo VI, que «sufrió, mucho, por decir y regalar una manera de entender la vida» con la Humanae vitae. También «hay que sanar interiormente las conciencias –continuó Osoro–. No se logra nada depurando, ignorando o despreciando, sino acogiendo al prójimo, anunciando el Evangelio no desde la imposición, sino desde el corazón». «La encíclica Humanae vitae ha sido un tema tabú y eso es un poco escandaloso», lamentó el cardenal Ricardo Blázquez durante su intervención en las jornadas. El presidente del episcopado español confesó que, cuando se publicó el texto, el 25 de julio de 2018, «yo me encontraba estudiando en Alemania, y quedé sobrecogido por el rechazo tan frontal que encontré en los periódicos».
Para el cardenal Blázquez, «España fue uno de los lugares donde se recibió con mayor fidelidad», y pidió trabajar con el documento «en un clima de serenidad y también de responsabilidad con la doctrina de la Iglesia en todos los ámbitos, situando cada cuestión en su ámbito, sin salidas facilonas, siendo fieles a lo que el Señor nos va pidiendo en cada momento».