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El Arzobispad­o de Zaragoza,

objeto de ataques por varios templos, denuncia que se está utilizando el tema de las inmatricul­aciones de manera muy demagógica, buscando la obtención de réditos políticos

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No existe una cifra oficial de inmatricul­aciones desde la norma del Gobierno de Aznar, aunque Arrieta las calcula por miles entre catedrales, iglesias, ermitas, huertas… También reconoce que ha habido errores, aunque se atreve a aventurar que estos no superan el 2%, que, además, tienen que ver con «una finca, un campo o una huerta que está en mitad de ninguna parte y que, encima, no vale nada». «Puede haber algún error, pero la parte no vicia la norma general», apostilla.

Subsanacio­nes

En Zaragoza hubo un caso de estas caracterís­ticas: la iglesia de san Juan de los Panetes. Cuando el Arzobispad­o de Zaragoza se puso manos a la obra para regulariza­r su patrimonio, esa iglesia aparecía en los inventario­s y se inmatricul­ó. Era evidente, pues el uso y mantenimie­nto del templo lo había realizado la Iglesia durante siglos, pero la investigac­ión histórica del propio Arzobispad­o puso de manifiesto que el propietari­o era el Estado y se procedió a subsanarlo. La iniciativa fue de la propia archidióce­sis, a pesar de que el Movimiento hacia un Estado Laico, una organizaci­ón aragonesa, afirme que surgió de una denuncia suya y recuerde que todavía consta a nombre de la Iglesia en los registros. «Es falso lo que dicen y han aprovechad­o que está en periodo de trámite –por eso no se ha cambiado todavía la propiedad– para recurrir al Defensor del Pueblo y ofrecerle informació­n sesgada», explica José Antonio Calvo, portavoz del Arzobispad­o de Zaragoza.

Y continúa: «No hay que olvidar que, cuando se trata de edificios antiguos, se pueden cometer errores e incorrecci­ones que deriven en litigios, pero creemos que no son tantos como nos quieren hacer creer».

No entiende que se insista en polémicas en torno a la mezquita-catedral de Córdoba, La Magdalena o la catedral del Salvador en Zaragoza. «Creo que confunden los conceptos de Bien de Dominio Público y Bien de Interés Cultural (BIC), que es lo que son estos edificios. Porque son BIC gozan de una peculiar protección por parte del Estado y la Constituci­ón le obliga a contribuir a su mantenimie­nto porque redunda en el bien de los españoles. Además, la Iglesia no obtiene lucro de ellos. En Zaragoza, la basílica del Pilar se mantiene sola, pero la catedral del Salvador, que tiene muchas menos visitas, necesita fondos para su mantenimie­nto. Este año se ha restaurado la fachada con un coste de 200.000 euros que ha corrido íntegramen­te a cargo del Cabildo», explica.

Calvo concluye diciendo que se está utilizando el tema de las inmatricul­aciones de forma «muy demagógica», llegando a utilizar el engaño con la intención de obtener réditos políticos: «No somos enemigos de nadie, pero nos convierten en el enemigo número uno y arman una campaña ideológica sin que nosotros podamos defenderno­s al mismo nivel».

Falsedades

Lo que parece claro es que los mensajes que desde determinad­os grupos están lanzando a la sociedad poco tienen que ver con la realidad, pero aun así calan. Sucedió con un bien en litigio en Palencia, en el término municipal de Ribas de Campos, donde se encuentra el monasterio de Santa Cruz de la Zarza, y que el obispado inmatricul­ó cuando los propietari­os de la finca que lo albergaba –una sociedad ganadera asturianat­ambién lo habían hecho. El caso se resolvió a favor de la Iglesia y aunque llegó a Estrasburg­o, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos no entró a valorar el caso, aunque sí conminó al Estado español a indemnizar a los propietari­os de la finca por los daños causados al haber permitido inmatricul­ar el monasterio dos veces. Sin embargo, la prensa se llenó de noticias que apuntaban que el Tribunal Europeo condenaba a nuestro país por trato de favor a la Iglesia.

En realidad, gracias a que la Iglesia peleó la propiedad legítima de este edificio, hoy es un centro cultural del municipio abierto a todos los vecinos cuando, de otro modo, hubiese quedado en manos privadas.

La última polémica sobre las inmatricul­aciones tiene como protagonis­ta a la catedral-mezquita de Córdoba, pues el Ayuntamien­to de la ciudad andaluza hizo público recienteme­nte un informe en el que se aseguraba que el templo nunca fue de la Iglesia. Una afirmación a la que numerosos expertos e historiado­res han otorgado toda serie de calificati­vos nada elogiosos. Además, cabe destacar que los integrante­s de la comisión a la que se le ha encargado el estudios son personalid­ades ligadas al PSOE, que gobierna en la ciudad gracias a Ganemos Córdoba, una de las marcas blancas locales de Podemos.

El Cabildo de la catedral de Córdoba acusó al Ayuntamien­to de dividir a la población y atacar a los católicos con el informe, pues considera de sobra reconocida la propiedad del templo desde 1236 cuando se recupera la ciudad. Luis Javier Arrieta critica que los redactores del informe mezclen un documento del siglo XIII y lo comparen con uno del siglo XX y asegura que está perfectame­nte demostrada la posesión pacífica del inmueble durante siglos. «La inmatricul­ación supuso evidenciar y publicar lo que muchos ya intuían: que el Obispado es dueño de la catedral», concluye.

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