¿Te lo vas a comer?
Alberto Chicote ha vuelto a liarla (a Liarla Pardo, que dicen en laSexta). El popular cocinero ha buscado otras pesadillas en otras cocinas diferentes a las que nos tiene acostumbrados y nos ha sorprendido con un menú cinco estrellas, que paradójicamente es comida basura. Con ¿Te lo vas a comer?, un programa de reportajes sobre alimentación y consumo para la noche de los miércoles, está arrasando en audiencia, hasta el punto de quitar cuota incluso a Operación Triunfo.
En laSexta manejan muy bien este registro, mitad Pesadilla en la cocina, mitad Equipo de investigación, aderezado todo con un primer programa sobre presuntas irregularidades en residencias de ancianos, con el que ha montado un escándalo tal que ha obligado a intervenir a la Administración, ha propiciado la denuncia de la familia de una antigua residente, ya fallecida –al ver aparecer a la directora de la residencia con una joya que podría haber sido robada a la difunta–, y ha sufrido presiones y caceroladas en lugares en los que en un principio le recibían con los brazos abiertos y querían invitarle a comer. En la segunda entrega ha seguido la misma estela, con la denuncia del negocio ilegal del atún rojo en España.
El estilo es de sobra conocido, propio de un menú del día, bien entrado en calorías y peleón. Los protagonistas son los alimentos y, por encima de todos ellos, Chicote. Sin Chicote no hay paraíso televisivo posible y el programa lo sabe y lo explota. Estas semanas hemos tenido a Chicote hasta en la sopa en diversos programas de laSexta. Nos puede gustar más o menos, pero con esa omnipresencia, esa visceralidad, esa mala leche y, en el fondo, ese Chicote bonachón que se intuye, todo funciona como un reloj. Y es bueno que funcione, porque ¿Te lo vas a comer? es algo más que una pregunta retórica. Es un periodismo social, aguerrido, de combate y de denuncia, que tiene ingredientes de servicio público y que, sin pasarse con la sal y la pimienta, es muy necesario en nuestra dieta televisiva.