La igualdad se aprende en el patio del colegio
Para deshacer la lógica de la desigualdad y desterrar el machismo del entorno escolar, la batalla comienza con pequeños gestos en el patio del colegio. Allí los chicos y chicas no tienen una supervisión tan estricta y, en muchos casos, termina imponiéndose la ley del más fuerte.
Para Inma Marín, presidenta en España de la Asociación Internacional por el Derecho del Niño a Jugar, es importante «cambiar de mentalidad» y «dejar de ver el aula como el único espacio del centro escolar en el que se educa a los niños» y al «patio como el sitio donde se desfogan antes de volver a clase». Frente a esta visión, Marín define el patio como un «espacio exterior de aprendizaje». «Es el lugar donde los niños aprenden a socializar a través del juego y, por eso, es muy importante lanzarles un mensaje de igualdad y de no discriminación hacia el otro género».
Desde esta misma convicción, la Red de Patios Inclusivos y Sostenibles trabaja en la transformación de los patios escolares para «que todos sus usuarios lo puedan disfrutar de igual manera y que no se apropien de él un porcentaje pequeño de los alumnos», explica una de las impulsoras de la iniciativa, Marta Monasterio.
El proyecto, que ha sido replicado por el Ayuntamiento de Madrid en otros centros y que
ha inspirado la transformación de diferentes patios a lo largo de España, nació en 2017 con el cambio de los patios de los colegios Nuestra Señora de la Paloma y Santa María de Madrid. «Eran grises, dominados casi en su totalidad por un campo de fútbol y, por lo tanto, ocupados en gran parte por aquellos niños a los que les gusta este deporte. En los márgenes, muchas veces sometidos a los balonazos, veías al resto de niños a los que no les gustaba el fútbol, y a las niñas intentado jugar a otras cosas», explica Monasterio.
Para la elaboración del nuevo lugar de recreo se consultó a todos los implicados –alumnas, alumnos, padres, profesores y directivos– y se decidió «reducir el campo de fútbol, y se incluyeron en el patio dos rocódromos, un huerto más grande, un merendero, estructuras con las que jugar y murales».