El desconcierto con el nuevo Gobierno
El 2018 en España está marcado para por la moción de censura –la primera que fructifica en la historia democrática de España– contra el Gobierno de Mariano Rajoy y que aupó a la presidencia a Pedro Sánchez apoyado por Podemos, los nacionalistas e incluso Bildu. Un Gobierno cuyos nombres ilusionaron a la población española pero que pronto empezó a caer en algunos errores. En la relación con la Iglesia católica, el Ejecutivo intentó desde el principio conjugar –la mayor parte de veces con poco éxito– un discurso laicista beligerante presente en una parte de su electorado –y sobre todo en sus socios parlamentarios– con una práctica mucho más guiada por el sentido común y la búsqueda del entendimiento con un actor de primera importancia en la sociedad española.
Reacción ante los abusos
El 2018 también deja en nuestro país una reacción decidida de la Iglesia ante los casos de abusos después de alguna sentencia y que algún medio de comunicación nacional, fundamentalmente El País, publicase una serie de testimonios de víctimas. La Conferencia Episcopal Española creó una comisión de trabajo, mientras que CONFER ha programado una serie de encuentros para dar una respuesta conjunta a esta problemática. Incluso algunas entidades de Iglesia han colaborado en la elaboración de futuras legislaciones para la protección de la infancia. El compromiso de la Iglesia es, en este sentido, irreversible.