Nombres propios
Son muchos los nombres que nos ha dejado en la memoria este 2018. Nombres de nuevos obispos, de laicos, algunas mujeres, que adquieren responsabilidades en las curias diocesanas, jóvenes que participan con su voz en el anuncio de la Buena Noticia y también migrantes –se han cumplido 30 años del primer migrante fallecido en nuestras costas– cuyos nombres no conocimos y murieron al intentar llegar a nuestro país. Todos son importantes, pero destacamos a dos.
alma de las Obras Misionales Pontificias en nuestro país, que este año falleció tras una intensa lucha contra la enfermedad. «Ha sido un maestro en lo profesional y en lo humano. Era muy exigente y quería que la gente trabajara, pero no le importaba tanto el éxito como el esfuerzo en el trabajo. Era consciente de que los frutos y los éxitos son de Dios, y de que se puede aprender también de los fracasos y de la pequeñez», le recordaba Dora Rivas, del Departamento de Prensa de OMP, en estas páginas. El otro nombre es del de obispo auxiliar de Valladolid, que el pasado mes de noviembre fue elegido nuevo secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE). En una de sus primeras entrevistas, en Alfa y Omega, abordó todos los temas e incluso se mostró abierto a hablar de una hipotética reforma de los Acuerdos IglesiaEstado. Eso sí, dijo que primero hay que cumplirlos.
Anastasio Gil, Luis Argüello,