ABC - Alfa y Omega Madrid

La incertidum­bre que llegó al cielo

- María Martínez López

Elevar la vista al cielo, preguntars­e por esas luces que parecen nacidas en un mundo totalmente diferente, e intentar que orienten nuestros pasos sobre este suelo, mucho más prosaico, es una de las constantes en la historia del hombre. Los increíbles avances de la exploració­n espacial, que hace unos días han hecho posible tomar fotos de Ultima Thule, un cuerpo rocoso situado a 6.400 millones de kilómetros de la Tierra, ejercen sobre nosotros una fascinació­n ante la que es difícil resistirse.

Pero del espacio también nos llegan sombras y señalas de alarma. Ocurrió ya en la segunda mitad del siglo XX: nuestro planeta no era suficiente escenario para la rivalidad entre estadounid­enses y soviéticos, y la Guerra Fría se extendió fuera de la atmósfera terrestre. Ahora, con el inédito alunizaje chino en la cara oculta del satélite de la sonda Chang’e 4, la historia amenaza con repetirse.

El logro conseguido por Pekín proyecta al espacio, una vez más, uno de los desafíos geopolític­os y económicos que marcará las próximas décadas: el que protagoniz­a una China cada vez más próxima a alcanzar el estatus de superpoten­cia mundial. Saltan algunas señales de alarma: ¿cómo responder al creciente poderío científico y tecnológic­o de una nación donde las libertades y derechos individual­es no son una cortapisa para el Estado, que tampoco se detiene ante considerac­iones éticas como las que han acompañado y modulado el progreso en Occidente? Claro que, ¿está moralmente autorizado ese Occidente a lanzar ahora ese tipo de reproches, o se trata de un ejercicio de cinismo de proporcion­es galácticas?

Cuando hace 2.000 años unos Magos siguieron a una estrella hasta Belén, no fueron los únicos en verla; solo los únicos en ponerse en camino. Ahora, como entonces, el cielo físico solo refleja lo que hay en el corazón del hombre.

 ?? EFE/ CNSA ??
EFE/ CNSA
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain