Cultura 21
no eres exactamente el mismo por la mañana que por la tarde.
J.T.: Nuestras vivencias y emociones vinculadas a la sexualidad afectan al conjunto de nuestra personalidad y viceversa: si somos tímidos o lanzados, por ejemplo. Todo eso influye. Pero sobre todo, de lo que has dicho, creo que nos viene muy bien a todos tomar conciencia de que la sexualidad es mucho más que la introducción del falo en una vagina. Tenemos una visión muy estrecha, muy centrada en el acto sexual. También para la tradición cristiana esto es un desafío, porque a veces hemos tenido una concepción demasiado unilateral, orientada a la procreación.
N.L.: La sexualidad es compartirse uno mismo, abrirse al otro...
Con los riesgos que eso supone para la persona, que queda a merced del otro.
N.L.: Claro, me abro en canal, y no sé si me vas a dejar después, si me vas a destrozar... Creo que es muy importante que este tema se hable en las parejas: cómo entiendo yo la sexualidad, cómo me gustaría construir una sexualidad con el otro... En las terapias lo que más me encuentro es a chicas muy jóvenes, de veintitantos años, con problemas de vaginismo, con dolores en las relaciones sexuales, porque sus primeras experiencias fueron traumáticas. No se las respetó. Y ahora relacionan sexualidad con dolor, con miedo...
J.T.: Muchos de los primeros encuentros sexuales se hacen en contextos donde no hay consentimiento porque los chicos están bebidos o medio drogados, apenas han hablado. Cuántas chicas se imaginaban que iba a venir Richard Gere con fuegos artificiales y luego, a la hora de la verdad, se sienten violadas.
N.L: Con lo difícil que es a veces que le pongan nombre a la violencia sexual. Por eso es importante insistir en que sexualidad no es solamente genitalidad.
J.T.: Estamos en una cultura del consumo, de la satisfacción rápida del deseo, y debemos educar en cómo maduramos ese deseo. Hay que aprender a ponerse límites. Los límites son buenos en la vida (siempre que no todo sea límites, claro; a veces habrá que pisar el acelerador). Y aprender a escuchar, a hablar, a acariciar, a abrazar... «Muchos de los primeros encuentros sexuales se hacen en contextos donde los chicos están bebidos o medio drogados. Cuántas chicas se imaginaban que iba a venir Richard Gere y, a la hora de la verdad, se sienten violadas»