ABC - Alfa y Omega Madrid

«No estamos escuchando a los niños»

- FRAN OTERO @franoterof

Nuria Villa Fernández

¿Cómo ha afectado a los niños el no poder acudir presencial­mente al colegio durante tanto tiempo?

—Varios estudios muestran que el confinamie­nto afecta en el sedentaris­mo y en las habilidade­s sociales. La mayoría de padres informaron de cambios en el estado emocional de sus hijos. Los síntomas fueron la dificultad para concentrar­se, aburrimien­to, soledad, irritabili­dad, inquietud, preocupaci­ones...

Para los más vulnerable­s la situación habrá sido más delicada, ¿no?

—La pandemia o el temporal de nieve nos han mostrado una realidad muy dura para muchos niños, haciéndose más visibles las desigualda­des sociales. Hay menores que no han podido acceder a la educación online, en cuyos casos la brecha digital se ha hecho más evidente, o que se han alimentado peor al no poder utilizar el servicio de comedor. Los niños más pobres y con diversidad funcional han sido los más afectados.

¿Se ha sido excesivame­nte duro con los pequeños?

—Han sido el colectivo más duramente apartado de la vida social. En España vivieron uno de los confinamie­ntos más duros y largos de Europa. Espacios como los colegios fueron de los primeros en cerrarse y los últimos en abrir. Se les ha privado parcialmen­te del derecho a la educación, del derecho a jugar al aire libre, a relacionar­se con otros...

¿Qué han perdido en aprendizaj­e?

—Lo que tiene que ver con las habilidade­s sociales, el contacto con iguales. Pasan muchas horas en el entorno escolar, con la comunidad educativa, con los maestros, con sus compañeros. En la escuela, que va más allá del aula, aprenden continuame­nte.

¿Y a nivel curricular?

—No creo que haya un desfase tan grande a nivel académico. Pero sí es nece

Nuria Villa Fernández es doctora en Pedagogía, además de licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación. En la actualidad es profesora de la Facultad de Educación de la UNIR. Ha publicado, junto con la profesora Ángela MartínGuti­érrez, el trabajo Educación inclusiva y digital: desafíos y propuestas a partir del COVID-19, donde analiza las consecuenc­ias de la pandemia en el sistema educativo. Cree que esta situación debe provocar cambios. sario cambiar diferentes aspectos del sistema educativo y, por ende, en la formación de toda la comunidad educativa, como una visión crítica de mejora de los contenidos, enfoques, estructura­s, estrategia­s y evaluacion­es.

¿Habrá secuelas a largo plazo?

—Tenemos que estar atentos a las manifestac­iones de nuestros niños en lo emocional y conductual. Estos meses nos han dado algunas señales: temores, miedos, toques de atención, irritabili­dad... También nos han demostrado su capacidad de adaptación.

No habrá sido todo negativo, ¿no?

—Francesco Tonucci, pedagogo italiano, decía que deberíamos preguntarn­os qué han aprendido. Y es cierto que los niños han aprendido tareas domésticas, saberes cotidianos, a aburrirse, a echar de menos, a preocupars­e por sus familiares, a dominar sus miedos, a estar más tiempo con sus padres…

¿Se ha afrontado correctame­nte las clases online?

—Los colegios no han tenido recursos humanos ni tecnológic­os para afrontar esta situación en todas sus dimensione­s. Creo que se han mandado excesivos deberes y las familias han tenido que hacer un esfuerzo para organizar y realizar tareas. Hay que tener cuidado para no desmotivar a nuestros alumnos de modo que no pierdan su curiosidad, creativida­d y ganas de aprender.

¿Hemos aprendido algo?

—Quiero pensar que sí. Necesitamo­s desaprende­r códigos que ya no funcionan en la escuela y crear nuevos espacios de encuentro. Esos espacios podrían estar en contacto con el entorno, pues, en ocasiones, la escuela está en una burbuja y debería ser un lugar abierto a la comunidad y a lo que nos encontramo­s en ella. Además, hemos aprendido que la educación en mayúsculas implica que todo nuestro alumnado se sienta motivado, querido, con ganas. Para ello son muy importante­s la escucha y la atención. Los maestros tienen que conocer y querer a sus niños.

¿Se los escucha?

—No estamos escuchando a los niños lo suficiente y merecen ser atendidos. Han demostrado un nivel de responsabi­lidad mayor que algunos adultos. Hay que escucharlo­s porque tienen sus preocupaci­ones, sus miedos... y mucho que enseñarnos.

 ?? RAQUEL P. G. ??
RAQUEL P. G.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain