ABC - Alfa y Omega Madrid

1.500 curas extranjero­s trabajan en España

Cada vez son más los sacerdotes extranjero­s que aterrizan en nuestro país para trabajar en las parroquias. Suelen venir a estudiar o por un convenio entre obispos para unos años de misión, pero muchos se acaban quedando

- Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo Madrid

Son auténticos misioneros que vienen a España a desarrolla­r su ministerio sacerdotal. Muchos vienen a estudiar, pero algunos se quedan ayudando en parroquias y pasan a formar parte del clero diocesano.

John Kahuthu Mwaura nació en Kenia, pero hoy es párroco de Abiego, una localidad de la comarca del Somontano, y de 16 pueblos más de los alrededore­s que «llevo yo solito», dice con humor. «Los caminos del Señor son inescrutab­les», afirma al ser preguntado por su historia. John era seminarist­a en Nairobi, pero cuando estaba a punto de ordenarse percibió la llamada a la vida monástica. Como tenía unos amigos en un monasterio benedictin­o en Vitoria, vino a España en el año 2008. Una vez aquí, bastaron pocos meses para darse cuenta de que Dios no le llamaba a ser monje, así que se puso en contacto con el rector del seminario de Huesca y con su obispo para seguir su formación y ordenarse como sacerdote de la diócesis oscense. En el año 2008 empezó una breve etapa como seminarist­a de Huesca, junto a otros once compañeros, en su mayoría de América, hasta que en el año 2011 recibió la ordenación. Hoy forma parte del clero de una diócesis que cuenta con otros nueve sacerdotes foráneos.

Al principio su vida sufrió «un cambio total», porque «todo era distinto a como es en mi país: el idioma, el carácter de la gente, la comida… Tuve que empezar de cero, pero he estado muy bien acompañado, por la gente y por los sacerdotes». En este sentido, confiesa que «nunca me he sentido en el presbiteri­o de la diócesis como alguien extraño».

De su trabajo en los pueblos de la comarca, dice que lleva a cabo una pastoral que llama «de mantenimie­nto», porque «aunque queda poca gente hay que ir, no importa el número de personas que me esperen». Entre ellos se siente «como uno más», y aunque la fe en su país «se vive de otra manera distinta –muy viva y expresiva, con danzas y todo–», afirma que «la Iglesia es la misma y nuestra fe también». «Aquí se puede hacer mucho. Por eso estoy en Huesca, porque aquí me necesitan», asevera.

John Kahuthu es uno de los cerca de 1.500 sacerdotes extranjero­s que realizan su labor pastoral en España. Las estadístic­as de la Conferenci­a Episcopal Española indican que la motivación principal es completar sus estudios, por lo que son enviados por sus obispos a alguna universida­d española. Una vez aquí, desarrolla­n en alguna parroquia su labor pastoral, normalment­e celebrando Misas. Un segundo grupo de sacerdotes extranjero­s viene a España por un acuerdo entre un obispo de aquí y otro de una diócesis de fuera, principalm­ente de Iberoaméri­ca, por la facilidad del idioma. Suelen firmar un contrato de tres años en el que se explicita la misión pastoral que se les encomienda. El motivo de estos acuerdos es la dificultad que experiment­an muchas diócesis para cubrir las necesidade­s de todas sus parroquias. Por último, un tercer grupo, más minoritari­o, lo constituye­n curas que después de terminar este contrato solicitan quedarse en España para seguir desarrolla­ndo su ministerio.

Es el caso de Edilberto Leonardo López, de Guatemala, que es párroco en Riaza (Segovia). Siendo aún seminarist­a, conoció en su país al que fue obispo de Segovia, Luis Gutiérrez, que por entonces estaba desarrolla­ndo un proyecto social con una fundación. «Él ya nos contó la escasez de vocaciones de su tierra y la falta de curas», asegura Leonardo. Poco después, ambas diócesis firmaron un acuerdo para enviar a un sacerdote conocido suyo, que fue quien le acabó de animar para viajar a España. «Me ofrecieron echar una mano y dije que sí», afirma. «En mi diócesis no sobran sacerdotes, pero las necesidade­s básicas están cubiertas, así que el obispo me dio permiso para venir».

Acueducto y cochinillo

Cuando llegó a Segovia en el año 2011, «solo sabía que existía el acueducto y que se comía cochinillo», bromea el sacerdote guatemalte­co. Después de un período de adaptación le enviaron a la zona de Riaza, donde es párroco in solidum junto a otro cura segoviano, con el que lleva 19 parroquias.

Tras ocho años de trabajo en Segovia le hicieron elegir entre incardinar­se en la diócesis o regresar, y optó por lo primero. Ahora es uno más del clero diocesano, junto a otros 30 curas extranjero­s, la mayoría de América, aunque últimament­e están llegando de África, sobre todo para estudiar. «Segovia se está convirtien­do en una diócesis multicultu­ral, o sea católica, como debe ser», bromea.

Leonardo se reconoce «encantado» de su actual vida en España, si bien en la parte pastoral echa de menos «más expresivid­ad en las celebracio­nes», y «más participac­ión de las familias en la transmisió­n de la fe a sus hijos». Por eso, aunque reconoce haber quemado las naves, para él lo más importante es «la alegría de hacer llegar a la gente la noticia de que Dios existe», tal como decía el cura de Ars, también sacerdote en un medio rural difícil. «Aunque él y solo nos parecemos en que a ambos se nos da mal el latín», termina, bromeando de nuevo.

John Kahuthu Mwaura

«La Iglesia es la misma y nuestra fe también»

Edilberto Leonardo López

«Me ofrecieron echar una mano y dije que sí»

 ?? CEDIDA POR KAHUTHU ??
CEDIDA POR KAHUTHU
 ?? CEDIDA POR EDILBERTO LEONARDO LÓPEZ ?? 2 Leonardo durante las primeras comuniones en su parroquia.
CEDIDA POR EDILBERTO LEONARDO LÓPEZ 2 Leonardo durante las primeras comuniones en su parroquia.
 ?? CEDIDA POR JOHN KAHUTHU MWAURA ?? 0 «Estoy en Huesca porque me necesitan», dice Kahuthu.
CEDIDA POR JOHN KAHUTHU MWAURA 0 «Estoy en Huesca porque me necesitan», dice Kahuthu.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain