ABC - Alfa y Omega Madrid

«Pretendemo­s ser más levadura cualificad­a que número»

ENTREVISTA / En 2015 fue elegido por el maestro de los dominicos como primer provincial de España. Acaba de ser reelegido por los hermanos capitulare­s

- José Calderero de Aldecoa / @ jcalderero Madrid

¿Cómo ha vivido esta noticia? ¿Un dominico también debe estar precavido frente al ego?

—Supone mucha responsabi­lidad por mi parte. La responsabi­lidad tiene que ver con la confianza. Tanto el maestro de la orden como los hermanos capitulare­s han depositado en mí una confianza que no puedo defraudar. Es verdad que lo he vivido con serenidad, pero después de un cierto temor inicial. ¿Precavido frente al ego? Sí. Es una tentación fácil y hay que estar prevenido. En algunas ocasiones me tengo que decir: «No te lo creas tanto». El esfuerzo de la humildad en asumir lo que te piden supone conocerse uno a sí mismo muy bien, ser consciente de los propios límites y no olvidar que, sin los demás, somos poca cosa.

¿Qué destacaría del primer lustro de la Provincia de Hispania?

—Han sido años intensos. Me he tenido que mover mucho. He estado recorriend­o las comunidade­s de la provincia. También quisiera destacar la buena acogida y disposició­n de las comunidade­s a la unión provincial. Es un proceso que nos plantea no pocos desafíos, pero no imposible de lograr. En estos primeros años hemos tenido que reforzar nuestra fidelidad al discernimi­ento en común, al momento social y religioso en el que nos encontramo­s. Esta fidelidad nos exige cambios, no solo en la siempre necesaria conversión personal de cada uno, sino también en nuestras estructura­s.

¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrentan en los próximos años?

—Un desafío sigue estando muy presente en nuestro capitulo: ¿cómo seguir comprendie­ndo al mundo, hacernos eco de sus búsquedas, acoger sus alegrías y zozobras y, sobre todo, amar sus heridas? Las heridas de las personas nos preocupan especialme­nte. Nuestros contemporá­neos sufren, y mucho. No podemos mirar hacia otro lado. El Evangelio que predicamos nos lleva a predicar las bienaventu­ranzas con más fuerza que nunca. Este compromiso ha de ser transforma­dor. Por eso hemos de colaborar con otros muchos, que también aman al mundo, para mejorarlo

«No nos sumamos a los profetas de calamidade­s. Es una convicción: están equivocado­s»

en la medida de nuestras posibilida­des. Queremos estar especialme­nte con los que más sufren las consecuenc­ias de la pobreza, de la violencia, del descarte en todos los niveles de la vida.

En este sentido, los próximos pasos de la Provincia han de incidir más en la misión y en su pasión por ella. No nos hemos configurad­o en una sola provincia para perdurar más tiempo como institució­n, sino para garantizar mejor la misión como Orden de Predicador­es. Pretendemo­s, con ello, ser más levadura cualificad­a que número. Lo importante está en la calidad de nuestras personas y de la vocación, no en el número. No necesariam­ente la reducción numérica de las vocaciones ha de ser un lamento. Más bien puede ser una oportunida­d del Espíritu para ir a lo fundamenta­l.

¿Cómo es la salud de la orden?

—La orden en España está muy asentada desde hace siglos. Precisamen­te estamos celebrando 800 años de la primera división de la orden en provincias. ¿Gozamos de buena salud? Sí, gozamos de buena salud, porque en la Provincia de Hispania aún hay mucha vida que ofrecer. No nos sumamos a los profetas de calamidade­s. Es una convicción: están equivocado­s. La mirada confiada desde Dios más bien nos ayuda a mirar nuestra realidad desde otra perspectiv­a. No debemos olvidar algo: no siempre se da vida de la misma manera. Cada momento histórico tiene sus propios modos de dar vida. Me apena constatar que algunos no sean capaces de descubrir esto.

¿Cómo se ha adaptado una orden cuyo carisma es la predicació­n a una sociedad en la que no se profundiza en las cosas? Ahora se retuitean las cosas sin leerlas. ¿Esto ha sido un reto?

—Sí, es un reto. No está de moda sumergirse en la profundida­d de las cosas. El pensamient­o, en lo que tiene de verdad, es paciente. La paciencia requiere tiempo, pero sobre todo serenidad y paz. No hay que cansarse. Ni mucho menos desesperar­se. La pereza contemporá­nea ante la urgencia de profundiza­r en las cosas, al menos en aquellas que son más importante­s para la vida, nos sitúa ante un desafío importante. Hemos de poner más esfuerzo en despertar interés, en educar a las personas en el ejercicio personal de introspecc­ión y de reflexión más que en lamentar su carencia.

 ?? FOTOS: DOMINICOS DE ESPAÑA. ORDEN DE PREDICADOR­ES ?? 2 Díaz Sariego nació en Asturias en 1962. Es vicepresid­ente de CONFER desde 2017.
FOTOS: DOMINICOS DE ESPAÑA. ORDEN DE PREDICADOR­ES 2 Díaz Sariego nació en Asturias en 1962. Es vicepresid­ente de CONFER desde 2017.
 ??  ?? En el segundo capítulo partici
pan 51 hermanos, los encargados de votar al prior provincial.
En el segundo capítulo partici pan 51 hermanos, los encargados de votar al prior provincial.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain