Vigilia de oración junto al CIE de Aluche
La cruz de los migrantes y refugiados, hecha de madera sencilla y con restos de barcazas que naufragaron en su intento de llegar a las costas europeas, presidirá este sábado una vigilia en las inmediaciones del CIE de Aluche. A mediodía, junto al Intercambiador del Metro y el tren de Cercanías, el obispo auxiliar de Madrid José Cobo dirigirá una oración por las personas internas en este lugar, al que la Iglesia diocesana acompaña en aplicación de un convenio firmado por el Ministerio del Interior y la Conferencia Episcopal Española, análogo a los que ha suscrito el Gobierno con otras confesiones religiosas. Uno de esos capellanes es Rufino García, el delegado diocesano de Migraciones. Cada jueves por la tarde pasa en el CIE algo más de una hora «conversando con ellos, fundamentalmente sobre sus temores y de lo incierto de su estancia allí, ya que a los 60 días no saben qué va a ser de su vida». Especialmente dura para él resulta la situación de «personas que tienen aquí su arraigo, su familia, y están asustadas porque temen que las van a expulsar, como así sucede en bastantes casos». Pese a todo –dice–, «es impresionante la fuerza y la dignidad con que afrontan estas situaciones. Para mí son un ejemplo».
Las visitas se repiten los domingos para la celebración de la Misa. «La proclamación de la Palabra de Dios en este espacio tiene una resonancia muy especial», asegura Rufino García. «Recuerdo por ejemplo la visita del cardenal Osoro el tercer domingo de Adviento. Ese día se leía el texto de Isaías: “El Señor me ha enviado para] proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad”». En el mes de julio, la cruz de los migrantes y refugiados visitará también la cárcel de Soto del Real de la mano del cardenal arzobispo de Madrid.