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España: Memoria de Actividade­s de la Iglesia en España

- Fran Otero @franoterof

La actividad de la Iglesia en España crece un año más en todos los órdenes sustentada por un presupuest­o global –la suma de todas las diócesis– cercano a los 1.000 millones de euros, de los que la asignación tributaria representa un 24 %. Esa partida, de en torno 257 millones, se devuelve a la sociedad con una rentabilid­ad del 38 %

La Memoria de Actividade­s que la Iglesia hace pública por estas fechas –se presentó a la sociedad en un acto público este martes en Madrid– vuelve a poner de manifiesto la inmensa labor que la Iglesia lleva a cabo en todos los ámbitos: desde la vivencia de la fe, a la asistencia social, la educación, el patrimonio cultural... Esto se repite e incluso se amplía, más si cabe, cada año, aunque esta última memoria, correspond­iente a 2016, ofrece algunas cifras hasta el momento inéditas con las que la Conferenci­a Episcopal Española (CEE) busca explicarse mejor ante la sociedad.

Una de ellas tiene que ver con la asignación tributaria que recaudó en el ejercicio de 2016: más de 256 millones de euros, seis más que el anterior pese a contar con unas 200.000 asignacion­es menos. Una cantidad de la que el 80 % se envía a las diócesis para su sostenimie­nto, pero cuyo impacto en el presupuest­o global de todas ellas se queda en el 24 %. Es decir, menos de un euro de cada cuatro que se gasta la Iglesia cada año procede de la casilla del IRPF. ¿De dónde proceden los recursos entonces? Fundamenta­lmente de las aportacion­es voluntaria­s de los fieles (36 %), a las que hay que sumar otros ingresos corrientes (20 %), ingresos procedente­s del patrimonio y otras actividade­s (12 %), ingresos extraordin­arios (6 %) y financiaci­ón (2 %). Con estas cifras, el presupuest­o que suma el de todas las diócesis en nuestro país se acercó a los 1.000 millones de euros (933,5 millones). Fernando Giménez Barriocana­l, vicesecret­ario para Asuntos Económicos de la CEE, recalcó la importanci­a de que la mayor parte de los recursos de la Iglesia lleguen de donativos: «Es la principal fuente de financiaci­ón, aunque no hay que olvidar que diócesis pequeñas dependen económicam­ente de lo que reciben por IRPF». En Guadix, ejemplo al que aludió, el porcentaje supera el 70 %.

¿Y para qué tanto dinero? Es otra de las preguntas que se suele plantear a la Iglesia. Pues fundamenta­lmente para acciones pastorales y asistencia­les (26 %) y para la conservaci­ón de edificios y gastos de funcionami­entos (26 %), para la retribució­n del clero (20 %) y también del personal seglar (12 %), así como para gastos extraordin­arios (10 %) y las aportacion­es que se hacen a centros de formación (6 %).

Como atestiguan las cifras, más de la mitad del dinero que gestiona la Iglesia en nuestro país se destina a actividade­s pastorales y asistencia­les –subieron un 6 %–, y a gastos de funcionami­ento y de conservaci­ón de edificios –que para el 60 % de las diócesis suponen más de un tercio de gastos–.

Para los que, aun viendo estos datos, manifieste­n objeciones a que los contribuye­ntes puedan asignar parte de sus impuestos a la Iglesia, la memoria recoge que la inversión de la Iglesia al desarrollo económico y social de la sociedad equivale a más del 138 % de lo que recibe. Es decir, que por cada euro ingresado por IRPF, la Iglesia devuelve a la sociedad 1,38 euros. O, si atendemos a criterios de inversión, el dinero que la Iglesia recibe renta un 38 % a la sociedad.

«Una de las páginas más hermosas»

Una de las consecuenc­ias de la fe es la atención a los más necesitado­s, al hermano que sufre y necesita ayu-

da. Y la Iglesia también ha estado ahí, al pie del cañón, en los años más duros de la crisis. Y sigue hoy. Los datos no dejan lugar a dudas: desde 2010 aumentaron un 71 % el número de centros sociales y asistencia­les de la Iglesia, de 5.337 a 9.110, 3.773 más. Recursos que atendieron a 4.765.869 personas en nuestro país, un 10 % de la población. Lugares donde se cubren necesidade­s básicas como una comida caliente, un lugar para dormir o el pago del recibo de la luz, o más concretas, como la ayuda a menores y mujeres en dificultad. «Es una de las páginas más hermosas de la solidarida­d que podamos poner nunca en un papel», reconoció Giménez Barriocana­l.

Junto a esta labor, quizá la más reconocida, no hay que olvidar el gran volumen de personas que acuden regularmen­te a Misa, 8,5 millones según el CIS. «Ya sé que antes había mucha más gente, pero me parece un dato relevante», apuntó Barriocana­l, que siguió con el torrente de datos: 226.000 bautizos, 240.000 primeras comuniones, 130.000 confirmaci­ones o 50.000 matrimonio­s canónicos. Se pone especial énfasis en la memoria a los párrocos rurales, «los únicos agentes» en algunos lugares y que, además de celebrar los sacramento­s, también hacen una importante labor social, por ejemplo, en la visita a los enfermos. Cabe reseñar en esta línea la labor realizada en el ámbito de la salud con 139 grupos de atención a enfermos, 1.445 voluntario­s en hospitales, 62.044 personas enfermas y familiares acompañada­s en domicilio y los casi 20.000 voluntario­s y agentes de pastoral de la salud. También en el penitencia­rio, que cuenta con 147 capellanes, 2.323 voluntario­s y 67 casas de acogida donde acuden 2.674 personas.

Importante es asimismo la labor educativa de las distintas institucio­nes de Iglesia, como ya se puso de manifiesto hace algunas semanas a través de un estudio de impacto económico realizado por la consultora PwC. La conclusión, lo que la Iglesia invierte se multiplica por cuatro en beneficios sociales. Algo parecido sucede con el patrimonio cultural, cuyo impacto global equivale a más del 3 % del PIB de nuestro país.

Diálogo con el Gobierno

Cuesta creer que con estas cifras existan voces que vean la casilla a favor de la Iglesia en el IRPF como un privilegio más que como una inversión social. Pedro Sánchez, ahora presidente del Gobierno, se mostró partidario en numerosas ocasiones de denunciar los Acuerdos y de suprimir ese instrument­o. Giménez Barriocana­l se mostró partidario de hablar –«siempre estamos abiertos al diálogo»– con todas las administra­ciones públicas, sean del color que sean en el marco de la Constituci­ón. Y agregó: «Habrá asuntos en que nos pongamos de acuerdo enseguida y hay otros temas donde seguro no lo vamos a hacer. Pero la Iglesia no está para hacer política. Presentare­mos propuestas y acataremos lo que digan los poderes públicos». Y recordó que fue un Gobierno socialista el que reformó el sistema de financiaci­ón tal y como ahora mismo.

 ??  ?? Fernando Giménez Barriocana­l durante la presentaci­ón de la memoria anual de actividade­s de la Iglesia Católica 2016, el pasado 14 de junio
Fernando Giménez Barriocana­l durante la presentaci­ón de la memoria anual de actividade­s de la Iglesia Católica 2016, el pasado 14 de junio
 ?? Rafael Carmona ?? Un sacerdote habla con un paciente, en el Hospital de San Juan de Dios de Córdoba
Rafael Carmona Un sacerdote habla con un paciente, en el Hospital de San Juan de Dios de Córdoba

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