Una cumbre mundial sobre el tema
La crisis por los abusos es una «prioridad fundamental» en el pontificado de Francisco, según constató el portavoz vaticano, Greg Burke, al anunciar detalles de la cumbre mundial de obispos sobre el tema, convocada por el Papa del 21 al 24 de febrero. «Se trata de mantener seguros a los niños en un mundo difícil», sostuvo el director de la sala de prensa de la Santa Sede. En una declaración del 23 de noviembre precisó además que el objetivo es que los líderes de la Iglesia «tengan una comprensión plena» del «impacto devastador» que el abuso provoca en las víctimas. El encuentro, aclaró, está dirigido a obispos, los primeros responsables de dar respuestas, pero también incluye a expertos en la materia. El comité organizador está compuesto por los cardenales Blase Cupich y Oswald Gracias, arzobispos de Chicago (Estados Unidos) y Bombay (India), respectivamente, junto al arzobispo de Malta, Charles Scicluna, secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y Hans Zollner, miembro de la Comisión para la Tutela de los Menores del Vaticano. A ellos se sumarán dos mujeres, subsecretarias en la Curia romana, y algunas víctimas. Al respecto, Rocía Figueroa considera que «era necesaria la convocatoria. Espero que de esta reunión no salga un documento, no necesitamos más textos ni peticiones de perdón, necesitamos acciones: cambios en el Código de Derecho Canónico, en la eclesiología, revisión de temas como la sexualidad, el clericalismo, la presencia de las mujeres. Las crisis son oportunidades, hay que tener una mirada esperanzadora. Ojalá la Iglesia aproveche la oportunidad, es un momento propicio para hacerlo».