Un foro para alimentar la esperanza
Al secretario general de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor José Trinidad Fernández, le parece insuficiente que Cáritas y la Iglesia asistan a cerca del 8 % de la población. «Quisiéramos llegar a todas partes». A la ayuda que ya se venía prestando se suma ahora la atención a los regresados, con programas como No me pesa, es mi hermano en la diócesis de Guasdualito. A los obispos, con todo, les preocupa en igual medida el sentimiento generalizado de «desolación y desesperanza». «Nuestro trabajo y el del resto de confesiones es intentar alimentar la fe y la esperanza del pueblo». Con este objetivo se constituyó el 22 de abril el Consejo Interreligioso Social de Venezuela, que agrupa a entidades cristianas de distintas confesiones, judías, y entidades sociales. Abiertos a reunirse «con todos los sectores del país», el objetivo de este foro es ejercer el «rol profético» de las religiones para concienciar de que «esto no se resuelve si no enarbolamos la bandera del bien común», «ser anunciadores de paz y reconciliación, siempre desde la justicia», y hacer propuestas concretas desde el consenso. «No queremos rivalizar y crear más diatribas».
(cerca de Ecuador), con ayuda de ACNUR se ha conseguido mantener abierto un albergue. «Nuestro trabajo es muy limitado», reconoce el obispo de Cúcuta. «Pero proviene de la generosidad. Esta es la acción de la Iglesia, la verificación del Evangelio, que pasa necesariamente por la caridad».