Los que se quedan fuera
Según Cáritas, la mitad de las personas que se encuentran en pobreza severa no van a poder acceder al ingreso mínimo vital. Muchos de ellos son migrantes en situación administrativa irregular. Son los vulnerables entre los vulnerables. En esa situación están Chiara Medina y Juan Arroyo, peruanos, que llevan cinco meses en España. Se vinieron nada más casarse y ella está ahora embarazada. Esperan su turno en la parroquia del padre Gonzalo, que les dice con cariño que al pequeño que viene en camino «no le va a faltar nada». Son solicitantes de asilo y han pasado un calvario estos meses. Con el dinero que traían alquilaron una habitación... hasta que se les acabó. Entonces tuvieron que dormir en albergues y parroquias. Ahora comparten un piso con varias familias gracias a la ayuda de unos compatriotas.
En una situación parecida se encuentran Jeremías Pichía y Olivia Sánchez, ambos guatemaltecos. Llevan dos años y medio en nuestro país, tiempo en el que nació su hijo. «Sobrevivimos por las ayudas que nos da la parroquia. No teníamos ni una patata para comer», explica Jeremías. Escaparon de Guatemala por la violencia. Era insostenible. Y aún así se han planteado volver, pero constatan que no les dejarían entrar. Mientras cuenta que a su hijo no le ha faltado de nada y que siendo tan pequeño no se entera de la stuación, reconoce que anímicamente lo están pasando «muy mal».