La pandemia dispara las peticiones de ayuda a Cáritas
Peticiones de ayudas personas atendidas acudió por primera vez la cifra por la que se han multiplicado el dinero invertido nuevas plazas para personas sin hogar
En los últimos meses hemos visto, aunque fuese por televisión, el drama de los efectos sociales y económicos de la pandemia. Negocios cerrados, trabajadores en ERTE, familias sin ingresos, las colas del hambre... Una realidad que Cáritas Española ha vivido en primera línea y que ahora muestra con datos.
Cifras que proceden de la consulta a todas las Cáritas diocesanas –70 en total– sobre el impacto del COVID-19 en sus programas más relevantes, el el de Atención a las Necesidades Básicas y el de Personas Sin Hogar. Y los datos son demoledores, pues se ha registrado un incremento del 77 % en el número de demandas de ayuda y del 57 % en número de personas atendidas.
Una situación que ha provocado que la entidad eclesial haya tenido que multiplicar casi por tres, concretamente por 2,7, el número de recursos económicos destinados a cubrir necesidades básicas. Necesidades clásicas como la alimentación o la vivienda, pero otras nuevas como la conexión y dispositivos electrónicos para seguir el ritmo escolar, la realización de trámites online o el apoyo afectivo ante situaciones de soledad e incertidumbre.
En cuanto al perfil, se puede observar la llegada de personas que nunca antes se habían acercado a Cáritas para pedir ayuda. Así, el 26 % de quienes han acudido a Cáritas por la crisis lo hacían por primera vez.
En lo que se refiere a las personas sin hogar, la institución ha visto aumentar su actividad dirigida a este colectivo a través de la adaptación de recursos existentes o a través de la creación de nuevos centros o plazas. Así, durante los últimos meses, se habilitaron 1.300 nuevas plazas que gestionan las Cáritas diocesanas en todo el territorio a través de albergues, residencias, centros de acogida, polideportivos y seminarios.
El 71 % de las plazas son de titularidad pública, resultante de la colaboración con las administraciones locales) y el 29 % restante de gestión propia.
Para Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas, el impacto de la pandemia «ha cambiado el escenario de nuestro país». Y se congratula, frente a las situaciones de dificultad evidente, de «un rebrote de solidaridad».
Jesús Fernández, obispo electo de Astorga y acompañante de Cáritas, subraya que «la Iglesia ha estado muy presente» en contra de los que algunos afirman. «Muchos ya carecían de lo necesario, una situación que se ha visto agravada por la pandemia», señala, al tiempo que se solidariza con el sufrimiento de las familias que han perdido seres queridos, con las personas que han perdido el trabajo y con las que tienen que hacer largas colas para recoger alimentos en las entidades sociales.
Por su parte, Manuel Bretón, presidente de Cáritas Española, considera que la entidad «está con los que siempre nos necesitan» y ha mostrado la disposición de la institución para «tender puentes» y crear el clima adecuado para que «todos trabajemos por la reconstrucción».