Chile devuelve migrantes a Venezuela tras cruzar los Andes
Daniel huyó de Venezuela con su mujer en 2018, dejando atrás a cinco hijos. Hasta hace tres semanas estuvieron en Perú, donde nació el sexto. Pero la crisis por la pandemia los empujó a cruzar Bolivia hacia Chile. Llegaron en buses y taxis colectivos hasta uno de los últimos pueblos antes de la frontera, e hicieron unos 30 kilómetros a pie por un paso no habilitado. En plena zona desértica de los Andes, a 3.600 metros sobre el nivel del mar, «tuvimos problemas porque no podíamos respirar bien».
Los recibió Colchane, un pueblo desbordado. Tiene 1. 300 habitantes, y en enero ha llegado a a lbergar a 2.000 migrantes, la mayoría compat riotas de Da niel. Pat ricia Rojas, presidenta de la asociación de venezolanos en Chile ASOVEN, explica que, más que a un aumento de las llegadas, este «embotellamiento» se debe a que la zona está cerrada por la pandemia y se exige a los inmigrantes que se denuncien a la Policía allí en vez de en su destino final.
Tras una semana a la intemperie, Daniel y su familia fueron trasladados a un albergue para hacer cuarentena. Han tenido suerte. La semana pasada, el Gobierno chileno deportó a 138 migrantes a Colombia y Venezuela, algo que «contraviene la Convención Americana de Derechos Humanos», denuncia Rojas. Muchos, añade, no pueden entrar lega lmente. La mayoría no t iene pasaporte, «prácticamente imposible» de conseguir en Venezuela, pero necesario para un visado turístico. Y los visados de responsabilidad democrática, creados específicamente para ellos, solo se han concedido en un 5 % de los casos y en noviembre «todas las solicitudes se cerraron».