CARTAS A LA REDACCIÓN
Un peregrino universal
En el Año Ignaciano pienso en aquel santo que antes de serlo cayó herido por una bala de cañón. Al quedar restablecido decidió partir como peregrino, confesándose, dejando sus armas a los pies de la Moreneta de Montserrat y dando sus ricos ropajes a un mendigo. Se vistió con túnica humilde y fue en peregrinación a Roma para recibir la bendición del Papa Alejandro VI. Viajó a Jerusalén, estudió en Barcelona, Alcalá, Salamanca y París, buscando siempre a Dios entre todas las cosas. En su autobiografía se designa como peregrino. En mi opinión siempre fue un peregrino universal.
Francisco Javier Sotés Gil
Valencia
Necesitamos cambiar
Necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta. Ante los desafíos del medio ambiente, debemos actuar con la responsabilidad de seres humanos que no se sienten poseedores de la Tierra y de sus riquezas, sino como usuarios que cuidan y buscan dejar el planeta en las mejores condiciones a las nuevas generaciones. La Tierra es un sistema en que todo está interconectado y, por tanto, somos responsables de su mal uso y destrucción. Por ello, vemos que hay una íntima conexión entre el sentido de la vida y el cuidado del planeta. Una fraternidad humana solo se entiende en el contexto de una armonía planetaria, que protege el espacio común proporcionando tierra, techo y trabajo a todo ser humano.
Maialen Aguinaga
Pamplona