LA PLANTA DE LA LUCIDEZ ONÍRICA
Hace menos de 50 años que se extrajo y sintetizó la galantamina, principio activo de la planta campanilla de invierno (Galanthus nivalis), que no tardaría en dar lugar a un fármaco para tratar la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, según indicaba el catedrático emérito M. R. Lee, de la Universidad de Edimburgo, en su ensayo The snowdrop (Galanthus nivalis) from Odysseus to Alzheimer (1999), los antiguos griegos ya la utilizaban para tratar diversos trastornos neurológicos por su acción tóxica sobre el sistema nervioso central. Si nos remontamos tan atrás es porque Homero ya habló de esa planta con el nombre de «moly» (con raíz negra y flor blanca) como antídoto que el dios Hermes entrega a Odiseo contra la pócima para olvidar de la hechicera Circe. Sin embargo, hasta 1983 no se descubrió qué planta mágica era aquella cuando Andreas Plaitakis y Roger C. Duvoisin confirmaron que «moly» era la campanilla de invierno.
Lo sorprendente del alcaloide presente en esa planta –también en el lirio araña roja (Lycoris radiata)– es que además de su eficacia contra el Alzheimer también potencia los sueños lúcidos. Hermoso final a una «odisea» que va desde Homero y la mitología y botánica griegas hasta la química y la neuropatología modernas… En la actualidad, la galantamina se emplea como suplemento clínicamente probado y legalizado por la FDA para inducir sueños vívidos y fomentar los sueños lúcidos. Se puede adquirir en diferentes plataformas de venta online a precios asequibles y, aunque hay detractores que expresan dudas sobre su uso por algunos efectos secundarios, su eficacia está probada, según se comprobó en una serie de ensayos clínicos controlados con placebo en 2018 por el psicoterapeuta G. Scott Sparrow, director del Instituto DreamStar y creador del método FiveStar para soñar lúcidamente, y el químico-físico Stephen LaBerge, de la Universidad de Stanford. Los resultados mostraron que 4-8 mg de galantamina en el momento adecuado proporciona entre dos y tres veces más posibilidades de tener un sueño lúcido. No obstante, sus efectos aumentan en combinación con la práctica de alguna técnica de meditación como la atención plena.