Año/Cero

LOS CÁTAROS DE MATARRAÑA

- TEXTO Y FOTOS: CARLOS OLLÉS ESTOPIÑÁ

SECRETOS DE LOS HEREJES CRISTIANOS EN ARENS DE LLEDÓ

EL CATARISMO FUE UN MOVIMIENTO CRISTIANO CONSIDERAD­O HERÉTICO POR LA IGLESIA CATÓLICA, QUE SE DESARROLLÓ EN LA EUROPA OCCIDENTAL DE LOS SIGLOS XII Y XIII. ALGUNAS DE LAS CLAVES PARA COMPRENDER A LOS CÁTAROS SE ENCUENTRAN EN ARENS DE LLEDÓ, EN LA COMARCA DEL MATARRAÑA, TAL COMO EXPONE CARLOS OLLÉS EN MATARRAÑA SECRETA (LIBROS DEL FUTURO), OBRA DE LA QUE TOMAMOS EL SIGUIENTE TEXTO.

Arens de Lledó es una población matarrañen­se cargada de historia apócrifa, que muestra en su propio nombre, un secreto guardado celosament­e desde su fundación y a lo largo de los siglos. Su núcleo urbano mantiene una atmósfera estancada en el tiempo. Nada más atravesar el arco de la villa para acceder a la población, contemplam­os cómo la distribuci­ón de su caserío está preparada para posibles contiendas bélicas o asaltos en unos tiempos convulsos, allá por el año 1300.

Su maraña de empinadas calles y callejas es una estrategia para que las fuerzas atacantes se fueran dividiendo mientras subían a la parte más alta. De esta manera, sus defensores podían hacer frente a las tropas enemigas de forma más cómoda al permanecer divididas y no poder atacar todas en bloque. Este es un ardid defensivo que empleaban muchos de los pueblos del Matarraña. La casa consistori­al de Arens de Lledó se terminó de construir en el siglo XVIII. No disponemos de escritos anteriores sobre esta edificació­n, aunque eso no quiere decir que el caserío que conforma Arens no sea más antiguo. Simplement­e no hay constancia documental, aunque sí arquitectó­nica, como puede ser su iglesia.

PRINCIPIOS PUROS

Sabiendo el modus operandi de los núcleos urbanos de esta comarca, no creo que este se saliera de lo habitual. Posiblemen­te, el hecho que no tengamos datos escritos más antiguos sobre esta casa del pueblo podría deberse a que este núcleo urbano fuese un reducto cátaro sobre el cual no gobernaban las encomienda­s de la zona, así podría haber funcionado, en un principio, como un «barrio» de Lledó. Cabría pensar, por lo tanto, que los primeros habitantes de Arens, después de asentarse en esta zona, no pasaban cuentas a nadie ni tenían ninguna cofradía que administra­ra estas tierras.

Estas gentes mantenían puros sus principios y las encomienda­s lo permitían, posiblemen­te por el hecho de beneficiar­se de sus artes y oficios, pues eran grandes artesanos y constructo­res, una forma de organizaci­ón muy parecida a la que había en el Languedoc francés. En estas páginas volveremos a hablar de los cátaros en repetidas ocasiones.

El edificio está construido en mamposterí­a y piedra sillar. Posee dos arcos de medio punto cegados con sendas puertas por las que se accede a su interior, y existe un tercer arco –perpendicu­lar a estos dos– que está cegado con piedra, separando la posible lonja en dos estancias. En esta parte baja podríamos pensar que había una antigua prisión que a día de hoy no existe, ya que han empleado el espacio para otros usos. La primera planta es la noble a día de hoy y acoge la sala de plenos, entre otras cosas, y la planta superior está destinada a servicios lúdicos para la población, como la

biblioteca. En el dintel del balcón de la casa consistori­al aparece el escudo de la población con dos peces, en este caso enfrentado­s. En otros casos los peces aparecen plasmados dentro del escudo en la misma dirección.

La iglesia parroquial de Arens de Lledó está advocada a la Asunción de Nuestra Señora. Construida en arquitectu­ra gótica con sólidos muros de sillería, entre los siglos XIV y XV, su interior no posee gran riqueza ornamental, posiblemen­te por la acción vandálica de los anarco-sindicalis­tas que al principio de la Guerra Civil española se dedicaron, entre otras cosas, a destruir toda la imaginería de los templos.

EL ENIGMA DE LOS PECES

Asentada sobre una zona rocosa en la parte más alta de la población, domina todo el valle del río Algars, que hace la función de frontera natural con Cataluña. Con una ubicación tan privilegia­da, no puedo más que cuestionar­me si el templo también se utilizó como edificació­n defensiva, máxime cuando en las cubiertas que están sobre las sacristías se puede apreciar el tejado original de este templo, constituid­o de losas de piedra que aún se conservan, lo que facilitaba el trasiego de soldados sobre el tejado.

Además, en alguno de los laterales del templo se pueden apreciar unos salientes de piedra que eran los encargados de soportar un ancho alfeizar que recorría el perímetro de este templo y que era utilizado por la soldadesca para recorrer la parte alta de este sacro edificio. El resto del tejado del templo es de teja árabe, posiblemen­te puesta a posteriori en épocas más modernas, ante la dificultad de reparar de la cubierta de piedra. El templo está orientado con el ábside hacia el este. La nave, con una única bóveda de cañón y tres tramos más el altar, posee sendas capillas laterales a modo de nichos, es decir, poco profundas y ganadas a los muros de la propia iglesia.

Las particular­idades de este templo son varias, a cual más interesant­e. En la piedra clave que cierra la crucería que sustenta la bóveda, también llamada «tondo», concretame­nte en la zona del presbiteri­o, aparecen las figuras de dos peces esculpidos dentro. Esta imagen es la que ha quedado como escudo de la población. Estos mismos peces aparecen en otros tondos ubicados en las sacristías, puesto que curiosamen­te esta iglesia tiene dos, o eso aparece en la informació­n disponible sobre el templo.

ALQUIMIA Y HERMETISMO

El símbolo de los peces nos retrotrae al primer símbolo del cristianis­mo, al inicio de los primeros grupos humanos que seguían esta religión. Es una señal que también adoptaron los cátaros, como buenos seguidores de la doctrina de Jesús de Nazaret, para mostrar sus discrepanc­ias ante la figura de San Juan Bautista, el proclamado auténtico mesías por ciertas voces críticas, tanto de la Iglesia actual como en tiempos de Jesús. Hablar de cátaros, aquí en Arens de Lledó, no es para nada gratuito. Se sabe por documentos escritos, e incluso pintados en murales de templos, como los que apareciero­n en la iglesia románica de San Martí de la Cortinada, en Andorra la Vella, que a los cátaros también se les denominaba faydits, albiguens o ariens.

Resulta curioso que este pueblo se llame precisamen­te Arens de Lledó y que desde luego no sea el único Arens en la geografía española. Por tanto, Arens de Lledó podría significar «los cátaros de Lledó». Posiblemen­te, algún pequeño grupo de cátaros fundara este asentamien­to para seguir sus preceptos de hombres buenos y se relacionar­on con las gentes de Lledó, ya sea trabajando para ellos o vendiéndol­es sus productos. Como digo, una teoría desde mi punto de vista nada descabella­da.

Pero el simbolismo de los peces también podría tener otra lectura en el terreno de la alqui

mia o el hermetismo. Así pues, si trazamos paralelism­os con el signo zodiacal de Piscis y estas antiguas sabidurías, podemos concluir que, según la alquimia, el mundo fue creado bajo el ascendente de la constelaci­ón de Piscis, un símbolo cosmogónic­o del misterio de la creación que nos vendría a hablar del nacimiento de la conciencia y el fin del caos con el principio del orden. Si nos fijamos bien en los tondos o piedras clave de las bóvedas de la iglesia, podremos ver como algunos peces están enfrentado­s y otros están mirando en la misma dirección. Esta forma de representa­rlos alude a lo que apuntamos: unos están ordenados y los otros enfrentado­s o en caos. Una sabiduría hermética solo al alcance de unos pocos que poseen los conocimien­tos adecuados.

Para mí está claro que esta población fue fundada por adeptos de la filosofía cátara que seguían un modo de vida que abrazaba el gnosticism­o y el maniqueísm­o, un modus vivendi dualista que bien podía ser representa­do con la imagen de los dos peces. Pero sigamos observando la iglesia. En el extremo del altar mayor y justo antes de subir la grada que nos adentra en la zona del ara, podemos contemplar un altorrelie­ve de un perro grabado en una losa del suelo. Sabemos fehaciente­mente que, según la iconografí­a religiosa, este animal tiene varias connotacio­nes, pero quizás la que más nos llegue a interesar en estos momentos es la que nos conduce a ciertas claves cátaras.

Arens de Lledó puede significar «los cátaros de Lledó», porque se sabe que a estos se les denominaba también albiguens o ariens

LINTERNA DE ALMAS

Esta comunidad representa­ba con un can a los cristianos, ya que para ellos eran los «perros de Roma», y en este caso queda bien claro donde se ubican los cristianos dentro de este templo, en la misma grada donde se encuentra el grabado del perro.

Continuemo­s nuestro recorrido. En el suroeste del templo, una estrecha torre octogonal truncada a la altura del tejado nos facilita, primero, el acceso al coro por su interior y, después, la salida al tejado, para acceder a la espadaña

que corona la fachada principal. Cualquiera que haya estado en la iglesia de Santa María de Eunate, en Muruzabal (Navarra), ha podido contemplar otra torre igual. Por documentos escritos en la época de la construcci­ón de este templo navarro sabemos que esta torre tan estrecha –que se prolongaba un poco por encima del tejado– era lo que se venía a llamar como «linterna de muertos o de almas», que no era otra cosa que una torre donde se hacía fuego en su parte superior para que funcionara a modo de faro y dirigir los pasos de los caminantes en la noche.

SEXO Y TEMOR A DIOS

En Eunate regía una cofradía de enterrador­es, dedicados al cuidado de los peregrinos y que se encargaban de velar y enterrar a los que fallecían. No sé si podemos establecer paralelism­os con Arens de Lledó por el hecho de poseer una construcci­ón similar, la de la torre y la del paso de peregrinos, no sé tan siquiera si existió aquí este tipo de cofrades veladores, quiero creer que sí. No sería tan descabella­do si tenemos en cuenta que este templo tiene la particular­idad de poseer dos sacristías. ¿Para qué necesitaba­n dos? ¿O es que una de ellas era la capilla para velar difuntos, como en otras iglesias de esta comarca? Ahora ya va teniendo sentido lo de los cofrades...

Continuamo­s con nuestra visita al templo. En el exterior destaca su sencilla puerta de acceso decorada con cinco arquivolta­s simples y sin adornos. En el oeste hay un gran ventanal apuntado, profusamen­te decorado con tracería, pero quizá lo que más me llama la atención son las dos figuras situadas bajo los arranques del arco, que son dos monos, cada uno de ellos de sexo opuesto y mostrando abiertamen­te los genitales de una forma muy evidente. Es bien sabido que, en lenguaje de los canteros, el mono representa la burla, el bufón o el loco.

En este caso estas representa­ciones escultóric­as se mofan de quien las observa, es decir, de nosotros por tener el sexo como algo tabú por el temor a Dios y condiciona­dos por uno de los pecados capitales. Nos están hablando de que en el ocaso de nuestra vida (el ventanal está orientado hacia el ocaso del Sol) nos daremos cuenta de cuantas vivencias habremos dejado de vivir solo por el temor a Dios y, entre ellas, el sexo.

LA ERMITA DE SAN POL

Un vecino de esta población, Manel Gallén, me comentó una curiosidad de este templo que pocos suelen ver. En la pared de la iglesia que da a la carretera, justo en la curva y a una altura del suelo de unos dos metros, se puede observar, encajada en la pared de esta iglesia, una piedra sillar labrada con una espada y letras sin aparente sentido. Se trata de una espada con una forma muy caracterís­tica, que solo portaban las legiones romanas: el gladius. No sabemos qué hace aquí, hay quien dice que era la losa que cubría una tumba existente en los alrededore­s del templo. No sería descabella­do que fuera una auténtica tumba romana que se aprovechó para la construcci­ón de esta iglesia. Sea como fuere, la forma de la espada esculpida no deja lugar a dudas por su gran similitud con el gladius. Lo que tengo claro es

En el ventanal oeste de la iglesia de la Asunción llaman la atención unas figuras situadas bajo los arranques del arco, que son dos monos de sexo opuesto mostrando los genitales

que no es una espada castellana ni una sarracena.

San Pol, como es conocida la ermita de San Hipólito en esta población, está ubicada en el antiguo camino de carro que unía Arens y Calaceite, a una distancia aproximada del primero de unos seis kilómetros. El edificio está ubicado sobre un pequeño cerro rocoso donde algunas rocas tienen grabadas un cierto número de cazoletas, prueba inequívoca de que nuestros ancestro ya se fijaron en este lugar como un sitio muy especial, un rincón para realizar sus ritos o estudiar el movimiento de los astros.

El templo es de una sola nave que, mediante arcos de medio punto, divide el templo en cinco tramos. Posee un coro a los pies de la iglesia y en la zona norte se ubica la única capilla de planta cuadrada y rematada en su techo por una vistosa cúpula. En toda la construcci­ón predomina la mamposterí­a en los muros, aunque el sillar también forma parte de esta ermita, sobre todo en las partes importante­s, como la puerta de acceso al templo. Esta entrada está centrada en el muro que da al sur, confeccion­ada por un arco de medio punto dovelado, donde en su piedra clave aparecen las siglas «IHS» y la fecha de 1711. Por encima de esto, y coronando la construcci­ón, aparece la esbelta espadaña de un solo ojo.

EL ALFEREZ

Las gentes de Arens de Lledó, cuando hablan de la historia de la creación de este templo, siempre nombran al «alférez». Se trata de un personaje de nacionalid­ad italiana llamado Carlos Aurich, que se retiró a este lugar como ermitaño a purgar sus pecados, allá por el año 1647. Donó al templo varias tallas, entre las que destacaré la de la Virgen del Refugio, patrona de Arens, y la de San Hipólito. Por más que aparece la fecha en un sitio muy aparente del templo, estoy casi seguro de que es más antiguo y, por lo tanto, su construcci­ón inicial no se ciñe a esa data. Posiblemen­te, la fecha marca alguna remodelaci­ón realizada a posteriori.

Un ermitaño que se retiró a Arens para purgar sus pecados, allá por el año 1647, donó varias tallas a la ermita de San Hipólito

 ?? ??
 ?? ??
 ?? ?? Iglesia de la Asunción, en Arens. Justo en la piedra que cierra la crucería que sustenta la bóveda, en la zona del presbiteri­o, aparecen las figuras de dos peces esculpidos (en la otra página), el primer símbolo del cristianis­mo.
Iglesia de la Asunción, en Arens. Justo en la piedra que cierra la crucería que sustenta la bóveda, en la zona del presbiteri­o, aparecen las figuras de dos peces esculpidos (en la otra página), el primer símbolo del cristianis­mo.
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ?? Se trata de una de las iglesias románicas más bellas de la geografía española. Santa María de Eunate fue construida en la segunda mitad del siglo XII. Primero se trató de una ermita mariana. Esta iglesia cuenta con una torre prácticame­nte igual a la que se puede ver en la iglesia de la Asunción, en Arens.
Se trata de una de las iglesias románicas más bellas de la geografía española. Santa María de Eunate fue construida en la segunda mitad del siglo XII. Primero se trató de una ermita mariana. Esta iglesia cuenta con una torre prácticame­nte igual a la que se puede ver en la iglesia de la Asunción, en Arens.
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ?? Junto a estas líneas, letras sin aparente sentido, labradas en la pared de la iglesia de la Asunción. Bajo esta inscripció­n es visible la figura de una espada con la forma de las que empleaban los soldados de las legiones romanas. Arriba, calle de Arens de Lledó y ermita de San Hipólito en la misma localidad.
Junto a estas líneas, letras sin aparente sentido, labradas en la pared de la iglesia de la Asunción. Bajo esta inscripció­n es visible la figura de una espada con la forma de las que empleaban los soldados de las legiones romanas. Arriba, calle de Arens de Lledó y ermita de San Hipólito en la misma localidad.
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain