NINKARRAK, LA DIOSA DE LA SANACIÓN
Gula o Ninkarrak era una diosa de la curación mesopotámica a la que también se conocía como Ninisinna o «Dama de Isin». Según la cosmogonía babilónica, era hija de Anu, dios del cielo y rey de los dioses y esposa de varias encarnaciones del dios guerrero Pabilsag, a la vez que madre de otras tres deidades vinculadas a la sanación: Damu (con capacidad para expulsar a los demonios y unir «el tendón desgarrado), Gunurra y Ninazu (una deidad que mora en el inframundo, vinculada a la agricultura, la guerra y simbolizada por las serpientes). Posteriormente, otras deidades se sincretizarían con Ninkarrak/Gula y se convertirían, igualmente, en dioses de la sanación. Aparecía en diversos encantamientos médicos como belet balati, «Dama de la Sanación», y mostraba, como Ishtar, un aspecto de dama de la vegetación y la fertilidad, con poderes regenerativos de la tierra, siendo invocada, como aquella, en sueños y visiones nocturnas. Por supuesto, como contrapartida de sus cualidades benéficas, poseía un aspecto violento, considerada como la «reina» cuya «tempestad» –similar a una tormenta furiosa según los poemas fundacionales– «hace temblar el cielo», dicotomía característica de las diosas que protagonizan este número monográfico. Se la invocaba también en maldiciones, a ella y a sus perros, sus animales sagrados. En Isin se hallaba su centro de culto más importante, un templo consagrado a ella bajo el nombre de é-u-gi7-ra o «Templo Perro», y donde las excavaciones han sacado a la luz al menos 30 enterramientos de estos animales bajo la rampa que conduce al edificio sagrado. También era relevante el templo en el que se la veneraba en Nippur. A su vez, hay vestigios de otros centros de culto a Gula en Lagas, Umma, Larsa, Uruk, Borsippa, Babilonia y Assur. En este último se situaban tres de sus templos, donde se colocaban figuras votivas de terracota que representaban a seres humanos sosteniendo partes del cuerpo, que indicaban la dolencia que buscaban que sanase mediante la intercesión de la deidad, así como figuras de perros donde se inscribía una oración a la diosa.