Felipe Medina
–Millenials, Generación Z- trasladan a las frutas su preocupación por la alimentación saludable.
En este contexto se enmarca la búsqueda del bienestar de la sociedad actual. Las frutas y hortalizas son percibidas como productos saludables, sanos y naturales y, como tales, se encuentran en la base de la pirámide alimentaria de quienes buscan una alimentación acorde con un estilo de vida en el que la salud ocupa un lugar importante. Este tipo de consumidor se muestra muy exigente en cuanto a los atributos que busca en las frutas y hortalizas. Calidad, calidez y sabor son los tres más buscados y resultan imprescindibles para ofrecer una experiencia de compra positiva. En este sentido, la comunicación entre la distribución y la producción es fundamental para trasladar a las zonas de producción las demandas de los consumidores con el objetivo de que se produzca aquello que se venda, y no al revés.
Una de las misiones de la distribución con base alimentaria es trasladar las necesidades del consumidor a los productores para que estos puedan responder de forma ágil a las expectativas de los mismos y realizar un trabajo conjunto en base a las premisas que se observan en los lineales. Éstas se pueden resumir en cinco: orientación al precio, asegurar volúmenes capaces de responder a una demanda creciente, asegurar calidades homogéneas de temporada a temporada; asegurar el surtido de nuevos productos que aporten valor al consumidor -la investigación de nuevas variedades y productos transformados junto con la presentación en nuevos formatos de consumo-; y, por último, proveedores con tamaño y flexibilidad suficientes para responder a las expectativas de los consumidores, que son cambiantes.
En definitiva, las frutas y hortalizas constituyen uno de los pilares de la distribución moderna con base alimentaria y las nuevas tendencias de la sociedad indican que lo seguirán siendo en esa búsqueda del bienestar que comparte la sociedad del Siglo XXI. Los supermercados, a la vanguardia en eficiencia logística, hacen que los consumidores españoles tengamos cada día una gran variedad de productos frescos a pocos metros de casa que pasan del campo a la mesa en menos de 24 horas.