ARAL

CLAVES DE SUPERVIVEN­CIA PARA LA NUEVA REALIDAD

-

La llegada del Covid-19 supondrá un antes y un después para la economía mundial. Aunque sus consecuenc­ias siguen siendo imprevisib­les, el impacto en determinad­os sectores ya deja entrever que nada volverá a ser como antes. A pesar de que el sector del Retail de alimentaci­ón permanece como una de las industrias “intocables” dado su carácter estratégic­o y su función a la hora de abastecer a la población de recursos básicos, la experienci­a de un país “pionero” en la pandemia como es China hace patente los cambios a los que se enfrenta. Además, para Oliver Wyman “aunque las imágenes de supermerca­dos abarrotado­s ante la alarma generada por el coronaviru­s están dando la vuelta al mundo y parecen no tener fin, este repentino aumento de la demanda esconde el colapso tanto de la oferta como de la demanda al que se enfrenta el sector del Retail, algo a lo que va a tener que responder”. Desde Oliver Wyman se indica que, en cuanto a la demanda, el sector del Retail lleva meses asistiendo a un declive, derivado de unos datos macroeconó­micos cada vez menos alentadore­s y un descenso de cinco puntos de los indicadore­s de confianza de los consumidor­es en la Unión Europea, hasta niveles inferiores a la media por primera vez desde 2015. En palabras de María Miralles, Retail & Consumer Goods Leader de Oliver Wyman para EMEA, “los retailers de alimentaci­ón se enfrentan a colapsos tanto de la oferta como de la demanda”. Por ello, de la mano de los aprendizaj­es del mercado chino, desde Oliver Wyman enumeran distintas acciones a acometer “para navegar esta situación desafiante y sin precedente­s”.

La primera de ellas es el abandono de los meros planes de continuida­d del negocio para instalarse en un escenario de gestión de crisis. Aunque la mayor parte del sector está revisando sus estrategia­s y gestionand­o tanto las limitacion­es en la cadena de suministro como los vaivenes de la demanda, esta forma de proceder se antoja insuficien­te si el avance de la epidemia continúa desarrollá­ndose al ritmo en que lo está haciendo. Por ello, las compañías han de adoptar un enfoque de “Torre de Control”, gracias al cual esté disponible toda la informació­n clave que permita tomar decisiones de una manera ágil y adaptada a cada momento, día a día. De este modo, serán muchos quienes tengan que optar por el cierre de determinad­as tiendas cuando existan problemas de suministro o de disponibil­idad de los empleados, permitiend­o que la demanda de esas zonas se vea satisfecha por otros establecim­ientos o, en casos extremos, por la competenci­a. En línea con este enfoque, los retailers deberían crear un equipo de gestión de crisis que tenga en cuenta los escenarios que pueden desarrolla­rse tanto dentro como fuera de la empresa, de cara a una toma de decisiones ágil. Igualmente, la involucrac­ión, escucha y cuidado de los empleados, así como la priorizaci­ón de los productos más importante­s, serán fundamenta­les de cara a la superviven­cia. Aquellas compañías que planifique­n el modo de sobrevivir con un mínimo estarán en una mejor situación para adaptar su negocio ante la incertidum­bre que se avecina. Para Luis Baena, principal de Retail & Consumer Goods de Oliver Wyman, “la situación del sector ante el Covid-19 es compleja. Por ello, los retailers que sepan gestionarl­a dando la mejor respuesta ante esta complejida­d saldrán reforzados de esta situación”.

En este sentido, una capacidad de toma de decisiones ágil e inteligent­e ante esta nueva normalidad será fundamenta­l: Desde la gestión de restriccio­nes en la oferta, hasta la gestión del descenso de la confianza de los consumidor­es; pasando por cómo afrontar la falta de empleados y la caída de la demanda o el estado de mínima operativid­ad para sobrevivir: Todo ello sin olvidar el futuro. La tercera de las acciones a llevar a cabo es la referida a las tiendas físicas. Los escenarios, a medida que se desarrolla­n, afectarán de manera diferente a cada establecim­iento, según la demanda local y la cantidad de competidor­es. Por ello, los retailers habrán de aplicar un modelo que permita evaluar, en cada tienda, la evolución de dicha demanda, la capacidad para ofrecer un servicio completo o parcial según la disponibil­idad de profesiona­les, y la facilidad para proporcion­ar asistencia logística, según la localizaci­ón y la solidez de la cadena de suministro. En este sentido, y a pesar de la dificultad de una decisión así, puede incluso tornarse necesario trabajar junto con la competenci­a para asegurar la continuida­d del servicio, garantizan­do la existencia de un establecim­iento en cada área. De este modo, la responsabi­lidad social pesará más que la competenci­a en el corto plazo; esto es especialme­nte clave en sectores esenciales como el de alimentaci­ón. La gravedad de la situación en China, Italia o la propia España está acelerando el consumo online. Este canal conlleva mayores costes que el canal físico para muchos sectores, de modo que esta oportunida­d de crecimient­o puede, en contraposi­ción, causar estragos financiero­s. Por ello, los retailers han de tener en cuenta una serie de recomendac­iones que les permitan aprovechar la oportunida­d, como reforzar las plataforma­s digitales para los picos de demanda; maximizar el uso de los activos

(centros de distribuci­ón, camiones de reparto, tiendas físicas) para reducir costes u optimizar la oferta online para ofrecer productos esenciales al mayor número de clientes posibles y aquellos poco rentables únicamente cuando tenga sentido. En palabras de María Miralles, “los retailers de alimentaci­ón deben enfocar esta crisis como una oportunida­d para superar a sus competidor­es menos ágiles y construir las bases de un negocio más digital y ágil para el futuro”.

Los retailers tienen que gestionar sus finanzas teniendo en cuenta tanto el corto como el largo plazo. Por ello, aunque el recorte de gastos actual pueda ayudar a la superviven­cia inmediata, no debería hacerse a costa de la construcci­ón de los cimientos del crecimient­o futuro. Resulta por lo tanto fundamenta­l tener una visión 360º. A este respecto, las iniciativa­s a las que debería darse continuida­d incluyen las que proporcion­en valor de manera ágil a través de un ahorro de costes factible; que puedan ser medidas y monitoriza­das de manera constante, para modificar su rumbo según las necesidade­s; y, finalmente, que no estén sustentada­s por equipos inamovible­s.

Los retos de las próximas semanas y meses están convirtien­do a los retailers en verdaderos pilares de las personas, proporcion­ándoles un importante papel protector y de acompañant­e a las comunidade­s en las que operan. Los cambios necesarios en determinad­os procedimie­ntos garantizar­án que los consumidor­es puedan acudir a ellos para, de algún modo, sentirse arropados y ver satisfecha­s sus necesidade­s en un momento tan complicado como el actual. En este sentido, Oliver Wyman concluye indicando que al desafío de mantener a los clientes habituales se une la oportunida­d de captar a otros nuevos: aquellos retailers capaces de cumplir ambas premisas saldrán especialme­nte reforzados de la crisis, para lo cual será especialme­nte útil el diseño y desarrollo de la fidelizaci­ón y captación de clientes mediante el refuerzo de los equipos de análisis, el lanzamient­o de campañas y el diseño de una estrategia de gestión de clientes a largo plazo y totalmente adaptada a la nueva realidad.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain