Todas las transparencias de este piso proyectado por Arthur Casas dan a la playa de Ipanema, y los efluvios del paisaje penetran en unos espacios interiores ligeros y amables.
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FOTOS: FILIPPO BAMBERGHI/ PHOTO FOYER TEXTO: ANA BASUALDO
Las transparencias de una casa diseñada por Arthur Casas frente a la playa de Ipanema.
“TÚ, QUE ESTÁS HECHO DE AZUL, ME DEJAS HABITAR EN ESTE AZUL”
ANTONIO CARLOS JOBIM
NADA MENOS QUE
la mítica playa de Ipanema (tan bellamente cantada por la bossa nova) es posible abarcar con la mirada desde casi cualquier punto de este piso ya que el proyecto de Arthur Casas ha ubicado la mayoría de los espacios sobre la línea perimetral, con la entrada en el centro. Las vistas sobre un paisaje soberbio y un depurado interiorismo reinan en estos espacios diseñados para una vida familiar pletórica de sociabilidad. Para el animado hospedaje de amigos está diseñada la distribución de las suites, con una visión radial sobre esa playa carioca de nombre guaraní donde, en los años sesenta, se produjo la revolución del tanga y el topless, y se bailaron por primera vez canciones que el mundo tararea de memoria. La atmósfera interior no puede ser sino ligera y amable, lograda a través de una gama tonal suave, con suelos de mármol travertino Navona, mampostería metálica en el salón y una combinación de muebles diseñados por firmas locales e internacionales y piezas de refinada artesanía. Mencionamos la silla Amorfa y la pantalla Belly de Arthur Casas; las cerámicas, el sillón Delfino y un cuadro de Carlito Carvalhosa. En la serenidad de los tonos neutros, insinuaciones azules nos devuelven la mirada a la playa de Ipanema y el mar. ■