UN TWIST al icono
Nendo ha reinventado el bolso más vendido de la casa Longchamp, Le Pliage, con un diseño que se descompone y multiplica en forma y función desafiando la idea tradicional de un bolso.
LeLe Pliage es el bolso más vendido de Longchamp. Nació en 1993, cuando Philippe Cassegrain, nieto del fundador de la marca, viajó a Japón. Se inspiró en el origami (el arte japonés de plegar el papel), y se sirvió del nailon, un material que le aporta la versatilidad que lo caracteriza. Hoy en día, el bolso mantiene el diseño original: una gran pieza trapezoidal que se une con dos asas, un cierre con cremallera y una solapa de piel granulada con un corchete. Plegable, ligero y sobre todo muy sencillo, aunque requiere de cien pasos para crearlo y está disponible en más de cien colores y diferentes tamaños. Para conservar su genuina frescura, la firma ha querido hacer una versión totalmente nueva de su icono, aunque manteniendo su ADN. Para ello ha contado con el talento del estudio japonés Nendo dirigido por Oki Sato, que lo ha reinterpretado en la colección Katachi, con un diseño que ofrece una nueva experiencia al usuario. Como cuentan los responsables de Longchamp, “mientras que el clásico Le Pliage ofrece dos experiencias distintas (una al llevar el bolso, otra al plegarlo), los diseños de Nendo introducen una tercera experiencia al reinterpretar los bolsos como objetos de almacenamiento funcionales y estéticos para ser usados como decoración”. El bolso cuadrado tiene un refuerzo extraíble y plegable que permite que tome la forma de un cubo para el almacenamiento o el transporte. El de forma de cono incorpora una sola asa para que se pueda llevar o colgar de un gancho. Y el circular se inspira en las telas plegables de furoshiki de Japón. ■
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