FELIZ CONVIVENCIA
Lo nuevo y lo antiguo cohabitan en armonía en la casa de Sophie Watelle y Peter Bovijn.
En la casa de los arquitectos Sophie Watelle y Peter Bovijn en Brujas reina la armonía.
PUEDEN VERSE NUMEROSAS OBRAS DE CERÁMICA, UNA ARTESANÍA QUE SOPHIE WATELLE PRACTICA CON PASIÓN
“EN VERANO, EL JARDÍN SE CONVIERTE POR ARTE DE MAGIA EN OTRA ESTANCIA DE LA CASA”
SOPHIE WATELLE
EnEn una ciudad gótica fervorosamente conservada como Brujas, en Bélgica, también es posible encontrar interesantes ejemplos de diseño contemporáneo. La vivienda de los arquitectos Sophie Watelle y Peter Bovijn, situada en un barrio residencial y abierta a un jardín interior, es convincente prueba de ello. La pareja ha sabido utilizar las estrictas normas regulatorias de la ciudad como punto de partida para el desarrollo de su proyecto de ampliación y reforma de una propiedad compuesta por dos edificios datada en 1860. El proyecto buscaba, sobre todo, inundar de luz el espacio: de ahí los tragaluces en el techo inclinado. En un lugar tan nublado y lluvioso como Brujas, la captación de la luz es imperiosa. Y, en este caso (lo cuenta Sophie), también la sensación de tener la naturaleza cerca: “En verano, nos gusta abrir completamente las puertas de cristal, y entonces el pequeño jardín jardín se convierte mágicamente en otra estancia de la casa, al aire libre”. En el salón de la planta baja, la torsión del techo inclinado y la pared con paneles verticales (diseñados por ellos mismos) atraen la mirada hacia arriba, que puede complacerse en los juegos geométricos. Tanto en la planta baja como en las superiores (destinadas a los hijos y a los huéspedes) pueden verse numerosas obras de cerámica, una artesanía que Sophie Watelle practica con pasión: “Su aspecto creativo y libre, fuera de normas, compensa el rigor técnico de la arquitectura”. Al otro lado del jardín se encuentra la segunda construcción de la casa, donde la pareja (cada uno en su estudio) crea sus proyectos arquitectónicos, de diseño de muebles y artísticos. El embrujo de la ciudad gótica perdura, pero también las nuevas formas, el encanto de lo artesanal, de lo rústico y lo luminoso. ■