TRABAJO MANUAL
Más allá de las grandes producciones, la etiqueta con más futuro en el diseño y la moda sigue siendo “hecho a mano”.
UnUn tallo arqueado de bambú como logo de una colección de gafas de sol de una gran firma. El video de una casa de alta costura donde se muestra la confección artesanal de un vestido con pequeñas flores de tela, recortadas y cosidas a mano. El trabajo experto como esencia de un diseño inmemorial y como signo distintivo de una forma avanzada de lujo y, también, de una forma de consumo sensible al medio ambiente. La mano del orfebre que engarza formas triangulares en un collar; la que cose las costuras de un bolso de piel reciclada o la que busca, en un mercado local, verduras y frutas para un puesto de street food en un evento como el Festivalet, la feria anual de
artesanía y diseño que se celebra en el Museo Marítimo de Barcelona (14 y 15 de diciembre), del que
Arquitectura y Diseño es media partner, y muchas de cuyas firmas participantes aparecen en estas páginas. Asistí, hace tiempo, a la visita de un grupo de estudiantes de diseño a un museo de arqueología, absortos en la contemplación de cerámicas y joyas. Admiraban las formas de un cántaro, de una diadema o de un perfumero, pero también las herramientas que sirvieron a aquellos artesanos para construir sus enseres. Jóvenes diseñadores elucubraban sobre la honestidad de la mano artesana, de los materiales naturales y de la fundamentación ética que debería primar en la fabricación de objetos de consumo. ■ María Deganis