Moldear el mañana
La exposición Materia Gris en el espacio Centrocentro de Madrid, dentro del Madrid Design Festival, reúne hasta el 9 de mayo cuarenta proyectos de materiales de última generación, inteligentes y sostenibles,
que llegan a nuestra vida cotidiana para quedarse. Hongos, huesos, bacterias, pieles de manzana, pelo o algas serán parte de la materia prima con la que se diseñará el futuro.
Hacía falta que se vieran reunidos en una exposición un buen número de proyectos que reflejen la importancia para el futuro del diseño de los nuevos materiales. Son muchos los diseñadores que, preocupados por el medioambiente y por una sociedad de consumo que persiste en la idea del usar y tirar, insisten en la urgencia de adoptar una economía circular, más racional y responsable en sus métodos de producción. Incorporar materiales de base biológica se ha convertido en los últimos años en una prioridad, con numerosos estudios de diseño centrados en la investigación –con frecuencia con la colaboración de botanistas, químicos y biólogos– de nuevos materiales que sustituyan a los plásticos de un solo uso o den una alternativa más sostenible a otro tipo de materiales.
.:.:.:. Materia Gris es una muestra de amplio espectro, pero con la mirada siempre puesta en el diseño, en lo que los creadores están haciendo al respecto de ese problema y lo que aportan desde la diversidad de sus perspectivas. En la exposición hay proyectos realizados por diseñadores jóvenes, recién graduados en distintas universidades, en especial la escuela Elisava de Barcelona, junto con otros de diseñadores reconocidos que se han especializado en ciertas materias, por ejemplo Maurizio Montalti en el campo de los hongos o Julia Lohmann con las algas. También hay proyectos de diseñadores que trabajan en la frontera entre el diseño y el arte, y cuyas piezas involucran sus propios materiales, como es el caso de Studio Swine o Nacho Carbonell. Destacan también propuestas como la de Formafantasma para la firma Dzek a base de ceniza volcánica o la de Fernando Laposse, que realiza contrachapados a partir de hojas de mazorca de maíz. El montaje de la exposición es de Lucas Muñoz, que ha realizado un ejercicio inusual en el uso de materiales reciclando todo lo que encontró en los almacenes de Centrocentro y empleándolo para construir las bases de las mesas donde se exhiben los proyectos. Además diseñó una serie de lámparas de inesperada belleza, fabricadas por chicos de la asociación Norte Joven, que están a la venta y cuyos ingresos revertirán en ellos, incorporando así un matiz social que se une al proyecto general acorde a la economía circular. ■
CREATIVIDAD CIRCULAR