LUZ VERDE

Lo sabíamos. Eramos conscientes de lo urgente que era hacer un cambio en nuestras costumbres; hablábamos mucho de la importancia de volvernos responsables en cada gesto cotidiano, pero llegó una pandemia y nos dio de bruces contra una verdad contundente: al destruir la naturaleza nos destruimos nosotros. Ante el espejo de una realidad como la de los últimos meses, nos hemos encontrado con el reflejo de nuestra verdadera esencia. Somos naturaleza y si se rompe el equilibrio, se cuestiona la vida.

Como no hay mal que por bien no venga, la tormenta del virus ha acelerado como nunca la conciencia sostenible de forma colectiva. La voz de los expertos, tantos años avisando del peligro, se ha empezado a escuchar con atención y también comienza a verse con claridad el papel protagonista de la arquitectura y del diseño en la revolución profunda que hace falta. Se trata de repensar nuestra forma de consumir, de construir, de alimentarnos, de cuidar la tierra.

Leer este número que tienes en las manos te va a dar información valiosa sobre las grandes respuestas que están en marcha. Hemos hablado con voces sabias que llevan años trabajando en la solución. Desde el diseño, desde el

arte, desde la arquitectura, la educación, las empresas y la ciencia.

Profesionales que promueven la construcción de edificios capaces de generar su propia energía y alimentos para autoabastecerse, en esa aspiración tan bella de conseguir crear “edificios como árboles y ciudades como bosques” que explica Guallart. Y que ponen su conocimiento para producir solo como lo hace el medioambiente, haciendo que, al terminar la vida útil de cualquier objeto, este vuelva al ciclo natural como nutriente biológico no tóxico o a un nuevo ciclo productivo. Profesionales que hacen posible que lo que comemos o los materiales con los que fabricamos no lleguen de quién sabe dónde, o que las sustancias químicas desaparezcan de los productos de aseo personal y de los de limpieza. Y que se implante, definitivamente, una gestión eficaz de los residuos y el logro de un mundo descarbonizado con fuentes de energía limpias e inagotables como el hidrógeno.

Acciones que también nos recuerdan que el sol, el viento, adaptarse de forma orgánica al lugar, no imponer, respetar, aprender de las lecciones magistrales de la arquitectura tradicional no son obviedades, sino una sabiduría ancestral que todos deberíamos conocer.

Mientras termino de escribir este texto, las portadas de los diarios anuncian, por fin, la aprobación de la primera ley climática en España que acabará con los combustibles fósiles y que programa la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero.

El futuro solo será si es sostenible. Por eso aquí tienes 300 páginas para invitarte a la reflexión, pero, sobre todo, a la acción.

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