II
Diseñadora gráfica, docente y comunicadora, Núria Vila posee una mirada disruptiva que aporta sostenibilidad y
reflexión en campos donde esto no es tan común, como la identidad corporativa, el grafismo y las exposiciones.
¿Cómo está el sector del diseño gráfico en términos de sostenibilidad? Muy verde, y no precisamente por eco. Hasta hace poco, la respuesta más común que me encontraba de la mayoría de clientes al proponer un trabajo desde la perspectiva más sostenible era considerarlo una tontería. Ahora está cambiando mucho. Estamos hablando de emergencia climática y la gente está despertando, y eso empapa todos los sectores, también el gráfico. El confinamiento ha hecho un "clic" en mucha gente y todos estamos empezando a ser más conscientes de todo lo que hacemos, en el trabajo, en la vida personal, con nuestro consumo... Pero ahora hay mucha gente que quiere saber cómo funciona, cómo ser más sostenible. Quiere saber qué puede hacer para reducir su impacto ambiental. Desde la etiqueta de un producto, que es algo muy pequeño, a proyectos que van mucho más allá y que pueden ser una instalación o una exposición. ¿Cuál es tu propuesta? Vamos a trabajar la sostenibilidad de verdad y vamos a dejar de asociar lo eco al papel Kraft. Visión de ciclo de vida, entender cuáles son los soportes, los objetivos. Alargar el ciclo de vida y encajar las piezas para llegar a la opción más sostenible es un ejercicio creativo más divertido, más experimental, que te puede llevar a diseñar las aplicaciones gráficas de una marca de café impresas en tinta procedente de los residuos que genera ese mismo café al tostarse. Y resulta que el impacto de las tintas no es mucho en el total, pero lo que transmite es muy potente. Te habla con hechos de la circularidad, te está diciendo no tires nada, todo se aprovecha. El mundo es circular y tú formas parte de esa rueda.
El impacto va más allá del soporte... Aunque sea un intangible, la comunicación puede tener una repercusión mucho mayor que el impacto directo de un producto. Llegamos a muchísima gente. En el sector de la comunicación tenemos una responsabilidad muy grande, pero es verdad que desde nuestra profesión se ha invertido mucho esfuerzo en confundir al público. Ser diseñador ahora es algo muy emocionante, porque podemos ser los agentes del cambio, podemos decidir de qué lado estamos, si somos supervillanos o superhéroes.
Y tú, que has elegido ser superhéroe, ¿cuál es tu superpoder? Motivar a mis alumnos, a los visitantes de una exposición o un cliente. Trato de comunicar y llegar al máximo de gente posible, con un tono informal, aunque de lo que estamos hablando son temas muy serios. ■