SALA ADOLFO LLAURADÓ: 15 AÑOS A TEATRO LLENO
Mercedes Borges Bartutis
El espíritu de Raquel Revuelta se ha quedado entre sus paredes, después que un 28 de febrero de 2003 quedó inaugurada con su versión de Tartufo, y aquel Teatro Estudio, integrado por un elenco de lujo, donde aparecían nombres como los de Alina Rodríguez, Mario Aguirre, Osvaldo Doimeadiós, Renecito de la Cruz, entre otros. Hoy, la sala Adolfo Llauradó hace justicia al nombre que lleva: el de ese gran actor que marcó el teatro cubano con un sello particular.
En aquel día de febrero se entregó el Premio Nacional de Teatro a Raquel y Vicente Revuelta. Ambos trabajaron en la Llauradó proporcionándole largas temporadas. Tartufo, por ejemplo, se presentó allí por más de cinco meses. Juan Carlos Núñez, su actual director, está ligado a la sala desde 2004. Para nadie es un secreto que él dirige un singular equipo técnico, que ha formado y educado, hasta convertirse en uno de los staff más competitivo de las artes escénicas cubanas.
Su escenario es espacio habitual para grupos emblemáticos del país: Teatro de la Luna, Pálpito, El Público, Mefisto Teatro, Teatro de las Estaciones, Vivarta Teatro, hasta completar una extensa lista.
También este singular espacio ha sido incluido, permanentemente, en la programación del Festival de Teatro de La Habana, el Mayo Teatral, la Bienal de Danza del Caribe, entre otras citas importantes de la cultura en nuestro país.
Insertada en el amplio patio del actual Centro Cultural Vicente Revuelta, la salita ofrece más de 400 funciones al año, con una programación nocturna para adultos de martes a domingo, alternando dos títulos en cartelera; mientras que los espectáculos para toda la familia se presentan los sábados y domingos, a las once de la mañana. Se adiciona a esto los conciertos de trova cubana que, cada domingo a las nueve de la noche, conduce el actor Renecito de la Cruz, uno de sus promotores más entusiastas.
La sala Adolfo Llauradó está de 15, para celebrarlos han programado una ambiciosa agenda de funciones que se extenderá hasta marzo, retomando títulos emblemáticos de su afortunada cartelera durante todos estos años, una verdadera fiesta para el teatro cubano y su público.
As a space for an intercultural, editorial and academic management dialogue at the highest level, the International Book Fair of Guadalajara was reaffirmed in its most recent edition, held at the Guadalajara Expo site in Jalisco, Mexico. This time, it was dedicated to the city of Madrid as the Honor Guest, and with the presence of more than seven hundred writers from twenty different languages, two thousand publishers and twenty thousand professionals representing forty-seven nations.
Paul Auster, a writer, scriptwriter and director of American cinema, opened the Literary Salon; Emmanuel Carrère, a writer, screenwriter and French director, received the FIL Prize for Literature in Romance Languages; Elena Poniatowska, a Mexican narrator and essayist received the Premio Cervantes (Cervantes Prize) 2013, as well as Almudena Grandes, a Spanish writer who received Sor Juana Inés de la Cruz Award, they all starred during these intense days of the ambitious program.
The demand of Marti´s work, reflected through La Edad de Oro and the Versos Sencillos was an expression of that Cuba that looks on the world, Marti's Cuba, that of Lezama Lima´s; that Cuba of fiction and profound essay; that Cuba of poetry, which is syncretism, dance, and thought.