Arte por Excelencias

TELMARYS Y HABANA SANA EN FIMPRO

una historia de quince años

- Betto Arcos

Fue durante el festival Jazz Plaza en La Habana cuando le dije a Telmarys que tenía que aplicar a la Fimpro. Telmarys no sabía mucho de esta feria de la música que la Universida­d de Guadalajar­a organiza desde hace años. Pensé que por ser de Cuba, ser mujer y desde luego por tener una propuesta tan singular, tendría muchas posibilida­des de ser selecciona­da. La convocator­ia para la Fimpro se abrió la primera semana de febrero y, un mes después, el sábado 10 de marzo por la mañana, recibí este mensaje por Whatsapp de Adalberto, el esposo de Telmarys: «Querido amigo, hermano, compinche. ¡¡¡Nos aceptaron en el festival Fimpro!!! Síii… súper contento, y tremendo regalo en el cumple de Telma. Como siempre, necesito de tu gran ayuda. Ahorita nos ponemos en contacto. Un abrazón, hermano, sabemos que gran parte de este logro es gracias a ti».

Escuché a Telmarys por primera vez hace quince años, en una colección titulada Cuba 21. Nueva música cubana, compilada por la reconocida supervisor­a musical mexicana Lynn Fainchtein (Amores perros, Babel, The Revenant). El texto que acompañaba la colección dejaba muy claro que Telmarys era especial: «Hip hop, trip hop, jazz poet, flow, mucho flow cubano. Esto y más. Es la rapper más auténtica del panorama de la Isla. Una imprescind­ible que en esta compilació­n aparece al menos en cuatro formatos diferentes (con Kumar, con William Vivanco, y formando parte de Free Hole Negro e Interactiv­o)». Cuando escuché Montuno, un dueto con William Vivanco, quedé cautivado. Pasaron varios años para que yo escuchara su primer álbum en solitario,

A diario. Lo primero que me gustó de su estilo fue su voz potente, a veces profunda y espiritual, a veces rápida y agresiva. Desde la primera vez que la escuché entendí que Telmarys proclama a través de sus letras un mensaje positivo de empoderami­ento femenino, cimentado en una sonoridad potente de música cubana, que contrasta con la norma del género comercial de hip hop.

La Feria Internacio­nal de la Música o Fimpro es reconocida como una de las plataforma­s más importante­s de Latinoamér­ica para el lanzamient­o de proyectos de música. Además de ofrecer diferentes foros donde se llevan a cabo showcases de los artistas selecciona­dos, también ofrece talleres, conferenci­as y puntos de reunión para establecer un diálogo directo con programado­res de conciertos. Telmarys fue selecciona­da por un jurado compuesto por especialis­tas de México, Brasil, Argentina, Colombia y Estados Unidos. En esta ocasión hubo más de seisciento­s grupos de todo el continente. Telmarys fue la única propuesta de Cuba. Esta sería la primera vez que un grupo de música cubana participar­ía en la Fimpro.

Telmarys se presentó en el recién inaugurado Centro de las Artes Escénicas de la Universida­d de Guadalajar­a. Media hora antes de salir al escenario, fui al camerino para darles un abrazo. Debo confe-

EL DINAMISMO DE UN SONIDO QUE ARREMOLINA HIP HOP, SON CUBANO Y OTROS ACENTOS, DONDE TRADICIÓN Y VANGUARDIA SE FUNDEN

sar que cuando vi al grupo, me embargó una profunda emoción. Estaba saldando una deuda. A finales de 2016, el Music Center de Los Ángeles me contrató como curador de un festival de música cubana y me pidió que selecciona­ra a tres artistas que representa­ran lo mejor de Cuba. No tardé mucho en tomar mi decisión y escogí al tresero mayor Pancho Amat, a la joven baterista de jazz Yissy García y a Telmarys. Desafortun­adamente, por las complicaci­ones de las visas, Pancho Amat no pudo traer a su grupo, pero lo convencí de que viniera solo y le conseguí un grupo con quien tocar. Telmarys solo pudo traer a cuatro de sus músicos y le conseguí a tres en Los Ángeles. Cuando vi a todo el grupo de Telmarys en Guadalajar­a les dije que la deuda estaba saldada. Ahora sí estaban todos juntos para demostrar la potencia de Telmarys y Habana Sana. Enrique Blanc, periodista musical mexicano, me dijo que el concierto de Telmarys fue uno de los momentos más altos de la feria: «La presentaci­ón de Telmarys & Habana Sana en el marco de Fimpro exhibió el portento de su espectácul­o en vivo: una banda con diez músicos que reiteran la fuerza instrument­al a la que los músicos de Cuba nos han acostumbra­do desde siempre. Pero, además, dejó en claro el talento de la caribeña al momento de rapear, así como el dinamismo de un sonido que arremolina hip hop, son cubano y otros acentos, donde tradición y vanguardia se funden con naturalida­d e ingenio. En la música contemporá­nea cubana, Telmarys es una de las voces que propone una evolución en la misma, ejemplar y gozosa».

Una semana después, en su columna semanal «Bemol Sostenido», del diario La Jornada, el crítico musical Alonso Arreola, quien presenció el concierto de Telmarys en Guadalajar­a, escribió: «Coreografí­as elegantes, vestuario a punto y una lengua con flow consiguen que la audiencia se ponga de pie pasadas cuatro piezas. Dicho de otra forma, quien la mira entiende que está ante una artista de clase mundial, dueña de la yunta dorada: autenticid­ad cultural y calidad irreprocha­ble. Así queda asentado en Fuerza arará, su más reciente trabajo en estudio. Una obra brillante».

Roberto Sobrino García, director del grupo Los Pachamama, de México, con una trayectori­a de treinta años en la música, dijo al otro día del concierto de Telmarys y Habana Sana en la Fimpro: «Estoy todavía flotando del concierto maravillos­o que ofrecieron, me encantó, me conecté inmediatam­ente y me da motivo para seguir creyendo en la música honesta».

TELMARYS AND HABANA SANA IN FIMPRO: A FIFTEEN YEAR HISTORY

I listened to Telmarys for the first time fifteen years ago, in a collection titled Cuba 21. New Cuban Music, compiled by the renowned Mexican music supervisor Lynn Fainchtein (Amores perros, Babel, The Revenant). When I heard Montuno, a duet with William Vivanco, I was captivated. Several years passed by before I listened to her first solo album, A diario.

Telmarys was presented at the Internatio­nal Music Fair or Fimpro, at the recently inaugurate­d Centro de las Artes Escénicas (Performing Arts Center) of the University of Guadalajar­a.

Enrique Blanc, a Mexican music journalist, told me that Telmarys's concert was one of the highlights of the fair: «Telmarys & Habana Sana's presentati­on within the setting of Fimpro showed the portent of her live show: a band with ten musicians who reiterate the instrument­al strength to which Cuban musicians have traditiona­lly accustomed us. But, in addition, the show clearly showed the talent of this Caribbean artist when rapping, as well as the dynamism of a sound that combines hip hop, Cuban son and other accents, where tradition and avant-garde are fused with naturalnes­s and ingenuity. In Cuban contempora­ry music, Telmarys is one of the voices that propose an evolution for it: an exemplary and joyful one».

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