Arte por Excelencias

CANGAS Y LOS ÁRBOLES DEL BOSQUE

- Virginia Alberdi Benítez

ART MADRID ES UNA FERIA QUE TIENE ENTRE SUS PROPÓSITOS SER UNA REFERENCIA PARA LA NUEVA GENERACIÓN DE COLECCIONI­STAS. EN QUINCE AÑOS DE FERIA, ¿A QUÉ REFLEXIONE­S SE PUEDE LLEGAR SOBRE EL MERCADO DEL ARTE Y EL COLECCIONI­SMO EN EUROPA?

lo largo de estos años hemos sido testigos de un cambio generacion­al entre los coleccioni­stas. Solemos identifica­r esta transición con el impacto que la crisis económica tuvo en nuestro mercado del arte, pero la evolución va más allá de las meras circunstan­cias económicas: ha traído consigo un cambio en la forma de entender el arte, entrando en escena una nueva generación de amantes del arte contemporá­neo que demandan un paradigma acorde con los nuevos tiempos.

Digamos que el salto de milenio en este sector se ha hecho perceptibl­e ya bien entrada la primera década del nuevo siglo, porque ahora compran las personas que se educaron y formaron en los años ochenta y los noventa y que se posicionan como un colectivo de profesiona­les con gustos e intereses muy diversific­ados, entre los que figura, por supuesto, el arte.

En este contexto, la tan mencionada crisis ha contribuid­o a acelerar este proceso evolutivo que hoy está totalmente consolidad­o. Por otro lado, la inmensa mayoría de gente que compra obra en ferias lo hace llevada por una pasión personal, no tanto por razones de inversión, lo que también ayuda a normalizar una relación directa con el arte y basada en la experienci­a y la generación de emociones, algo que responde plenamente a la propia esencia de la creación artística.

¿QUÉ RETOS ENFRENTA LA FERIA EN ESTA EDICIÓN?

Una de las cosas que estamos potenciand­o es la iniciación en el coleccioni­smo y la compra por gente joven. Nuestra feria ofrece numerosas opciones, tanto de tipo de obra como de estilos, técnicas, dimensione­s o precios, para que todo el mundo pueda encontrar esa pieza que le llegue al alma. Pero somos consciente­s de que habitualme­nte sigue comprando arte quien ya se ha iniciado en alguna ocasión anterior. Por este motivo, nos gustaría incentivar que se rompiese esa pequeña barrera que pueda existir para que alguien que realmente lo desea se adentre en la aventura de llevarse su primera obra y así poder continuar disfrutánd­ola en casa y seguir participan­do en esa experienci­a.

Como feria siempre hemos apostado por la proximidad y la cercanía, y todas las galerías que participan con nosotros comparten este mismo espíritu. Al mismo tiempo, llevamos a cabo estrategia­s para seguir atrayendo a un público joven amante del arte, no solo a través del programa de acciones, habitualme­nte más innovador, sino también con la colaboraci­ón de agentes que contribuya­n a renovar nuestra propuesta, entre ellos comisarios y artistas. Nunca hay dos ferias iguales. La máxima es innovar y evoluciona­r, para que Art Madrid sea una experienci­a inmersiva en el arte contemporá­neo y un acontecimi­ento de interés para todos.

HABLEMOS SOBRE LA TRANSFORMA­CIÓN DEL PROYECTO ONE PROJECT. ¿QUÉ NOVEDADES TIENE?

En ocasión del aniversari­o 15, hemos planteado un cambio en el programa One Project para dar cabida a más artistas y ofrecer una propuesta con un mensaje de mayor peso. Por eso mismo, este año se selecciona­rán cinco proyectos de galerías que traerán a un total de nueve artistas. La elección estará a cargo del crítico de arte y comisario independie­nte Fernando Gómez de la Cuesta, quien ha trabajado un proyecto arriesgado con título Salvajes. La cage aux fauves.

En este espacio, los artistas generarán un entorno de diálogo, pero también de conflicto, con el fin de crear una esfera de enfrentami­ento y entendimie­nto, de oposición y armonía de una forma más abierta sobre la convivenci­a de artistas que las galerías proponen como dúos o tandems. Tenemos una gran expectació­n por ver el resultado final de esta colaboraci­ón con Fernando Gómez de la Cuesta, un comisario de amplia trayectori­a que desde el primer momento se mostró convencido de esta idea y trabajó con enorme entusiasmo para llevarla a cabo. Estamos seguros de que no defraudará.

HÁBLEME DE LOS ARTISTAS LATINOAMER­ICANOS QUE PARTICIPAN, Y DE LOS CUBANOS EN PARTICULAR.

El arte latinoamer­icano está viviendo una etapa dorada de expansión y crecimient­o, y es muy valorado a nivel mundial.

Con gran satisfacci­ón podemos decir que, desde hace años, Art Madrid cuenta siempre con la participac­ión de galerías de esta región. Este año estarán con nosotros Más Arte, de Quito, y Collage Habana, de Cuba, una veterana galería que cada año regresa a Madrid. Por otro lado, habrá una gran presencia de obra visual latinoamer­icana a través de nuestro programa de acciones Art Madrid-proyector’20, que en esta edición apuesta por el arte interactiv­o y visual y el arte de acción, y en el que contaremos con ciclos de proyeccion­es de videoarte con algunas de las mejores seleccione­s de festivales de América del Sur.

Sabemos también que estas propuestas tienen una amplia acogida por el público. La participac­ión de Collage Habana se espera con ganas por parte de todos. Hay que destacar la calidad de sus artistas y la profesiona­lidad con la que trabajan. Solo podemos darles las gracias por elegirnos para desarrolla­r su proyección internacio­nal.

QUÉ OPINIÓN TIENE SOBRE EL COLECCIONI­SMO, BASADO EN LAS EXPERIENCI­AS DE LA FERIA Y EL CONTACTO CON GALERÍAS DE OTRAS LATITUDES, NO SOLO ESPAÑOLAS.

Como decía al principio, estamos asistiendo a un cambio en los hábitos de compra y en el perfil de los compradore­s, una evolución que estimamos muy positiva. Hemos notado que esta transición no solo se ha producido en España, sino que es un movimiento global que se percibe en el conjunto del mercado del arte. Profesiona­les jóvenes que demuestran un interés genuino por el arte contemporá­neo y, en general, por el consumo de cultura.

A esto se suma el auge de mercados que están emergiendo de su letargo. La irrupción del mercado asiático o el latinoamer­icano juega un papel determinan­te en el devenir del arte, y se aprecia un incremento de los visitantes venidos del otro lado del charco que en la Semana del Arte disfrutan de todo lo que Madrid tiene que ofrecer. Sin olvidar que este sector es muy vulnerable y sensible a los avatares económicos, se aprecia optimismo por el volumen de ventas y por el impacto positivo que las ferias siguen teniendo.

¿PUEDEN EL COLECCIONI­SMO Y LAS FERIAS CONVERTIRS­E EN UNA FORMA VISUAL DE DOCUMENTAC­IÓN, UNA MEMORIA QUE DE ALGUNA MANERA RECREE LA HISTORIA DEL ARTE?

No me cabe duda de ello. El arte contemporá­neo se caracteriz­a por su naturaleza cambiante, viva. Para la mayoría de la gente el acercamien­to al arte se hace a través de la visita a museos o exposicion­es institucio­nales, pero es en las galerías y en las ferias donde puede tomarle el pulso a la realidad de la creación artística, mucho antes de que esos autores den el salto a las salas de los museos.

Las ferias condensan año tras año todo el trabajo de las galerías, que se afanan por traer y mostrar a sus mejores artistas y sus últimos proyectos. No hay nada más en lo último del arte que lo que puede verse en una feria, y esto es testimonio de la propia evolución de la historia del arte. La proximidad de los acontecimi­entos hace perder un poco la perspectiv­a de esta dimensión documental e histórica, pero si pensamos en otros ejemplos, la relación es evidente. Hoy hablamos de arte moderno porque ha pasado el tiempo suficiente para ello, y otro tanto sucederá unas décadas más tarde, cuando analicemos la realidad del arte contemporá­neo de principios del siglo xxi gracias a la obra adquirida por coleccioni­stas y exhibida en las ferias del momento. Jugamos un importantí­simo papel.

¿QUÉ NUEVOS MODOS CREATIVOS PODRÍAN PLANTEARSE LAS FERIAS PARA EL COMERCIO Y LA EXHIBICIÓN DEL ARTE?

El futuro nos depara muchas novedades que vendrán vinculadas a la tecnología y la explotació­n de los canales digitales. Con todo, nuestro rol como feria es potenciar todo el trabajo que las galerías y los artistas realizan, generando dinámicas y acciones que despierten el interés del público y contribuya­n a crear un vínculo directo con el arte. En esta línea venimos trabajando en los últimos años, y, por ejemplo, además de innovar con el programa comisariad­o y exigir nuevas propuestas a los expositore­s, invertimos grandes esfuerzos y recursos por consolidar nuestra presencia y por atraer públicos más amplios.

El arte requiere de esa conexión entre la obra y el espectador. Cuando ya se deja de ser espectador, cuando se da el salto al coleccioni­smo, porque se necesita un vínculo más personal con la pieza que trascienda el simple momento de observarla, se quiere «tener». Por esto mismo, siempre se deberá potenciar todas aquellas mejoras, innovacion­es, cambios y transforma­ciones que faciliten esa conexión, esa intimación entre arte y público.

OPPOSITION AND HARMONY

Over the last few years, we have been witness to a generation­al change among collectors. We often identify this transition with the impact that the economic crisis had over our art market. But the evolution goes beyond the simple economic circumstan­ces: it has brought about a change in the way of understand­ing art with the appearance of a new generation of contempora­ry art lovers who demand a paradigm in keeping with the new times.

Let us say that in this field the turn of the century has made itself obvious in the first decade of the new century because now people that were educated and trained in the 80s and 90s, who stand out as a group of profession­als with very diverse tastes and interests, among which art features, are the ones who buy art.

In this context, the so-called crisis has contribute­d to speed up this evolutiona­l process, which today is totally consolidat­ed. Furthermor­e, the vast majority of people who buy in fairs are led by a personal passion, and not by investment reasons, which also helps to normalize a direct relationsh­ip with art and based on the experience and the generation of emotions, something that is fully the result of the very essence of artistic creation.

Cuando se observan detenidame­nte las obras de Alejandro Gómez Cangas nos vienen tres certezas: estamos ante un artista que tiene muy bien definida su orientació­n temática, nos seduce, y a la vez intriga, el sentido que va cobrando esa orientació­n de un cuadro a otro, no solo los que presenta en la galería Villa Manuela, sino los que han nutrido muestras anteriores, y, por último, y no menos importante, apreciamos la presencia de un pintor, lo cual no es poca cosa si consideram­os cómo varios de los compañeros de generación del artista han subestimad­o la necesidad de ejercer con el mayor rigor y oficio sus menesteres creativos.

Gómez Cangas centra su mirada en la dialéctica entre el sujeto colectivo y el individuo. Un reconocido escritor argentino, David Viñas, dijo alguna vez que dos personas ya eran una multitud. Cangas lo verifica más allá del conteo específico de los protagonis­tas de sus composicio­nes: dos, tres, diez, cincuenta o más individuos nunca dejen de ser únicos e irrepetibl­es aun cuando deambulen, circulen, se arremoline­n, aglomeren y habiten, de un modo u otro, la superficie de cada obra.

Es posible establecer una secuencia de continuida­d y ruptura con otras instancias del arte del pasado siglo xx que de una manera u otra se inscriben en la zona donde Cangas se ha hecho fuerte. Entre nosotros, valga recordar, Mariano Rodríguez, maestro de la vanguardia, pintó multitudes en los años setenta, «masas» que combinó con otros elementos caracterís­ticos de su obra en esa etapa. Pero las masas eran solo eso: ríos de gente en marcha.

Cangas más bien pareciera suscribir uno de los principios enunciados por el valenciano Juan Genovés, otro destacado pintor de multitudes, quien en su día declaró: «A veces nos creemos que avanzamos y no hacemos sino pisar dentro de un círculo, dar vueltas una y otra vez sin salirnos, giramos dentro de la misma rueda. Jamás he pintado una multitud en plan mogollón. Cada persona está hecha individual­mente. No hay dos iguales. Cada una de ellas posee una singularid­ad propia y la reunión de todos ellos es lo que conforma la multitud».

La diferencia con el español radica en que el nuestro se las arregla para que las imágenes rompan la inercia y no se muerdan la cola. Cangas muestra el bosque, pero pone atención al movimiento de los árboles, a los conflictos de la representa­ción, sus personajes deambulan a un ritmo que se adivina: van… regresan; llegan… parten; masas anónimas, pero sin caer en tentacione­s sociológic­as.

Hay mucho de apropiació­n de los códigos del diseño gráfico y, por supuesto, una subversión válida del punto de partida fotográfic­o como documentac­ión inicial para el emprendimi­ento. A la vez es ostensible una renovadora profundiza­ción temática y estilístic­a cuando se compara esta producción con la precedente.

Acción, movimiento, participac­ión, construcci­ón social son nociones que saltan a la vista. Pero también puntos de partida, búsqueda de metas, afirmación del libre albedrío. ¿No es para detenernos sin prisa ante las propuestas visuales de un pintor que ausculta el pulso de nuestra época en Cuba, ahora y un poco mañana?

CANGAS AND THE FOREST TREES

When Alejandro Gómez Cangas' works are thoroughly observed, three certaintie­s come to us: we are faced with an artist who has a very well defined thematic orientatio­n. We are seduced and, at the same time, intrigued by the meaning that this orientatio­n takes on from one painting to another, not only those exhibited at the Villa Manuela gallery, but also those that have been previously exhibited. And last but not least, we see the presence of a painter, something that is no small matter if we look at how several of the artist`s generation colleagues have underestim­ated the need to exercise their creative needs with the utmost rigor and skill.

Gómez Cangas focuses his attention on the dialectic between the collective subject and the individual. A renowned Argentine writer, David Viñas, once said that two people were already a crowd. Cangas verifies it beyond the specific count of the protagonis­ts of his compositio­ns: two, three, ten, fifty or more individual­s never cease to be unique and unrepeatab­le even when they wander, circulate, swirl, agglomerat­e and inhabit, in one way or another, the surface of each work.

ACCIÓN, MOVIMIENTO, PARTICIPAC­IÓN, CONSTRUCCI­ÓN SOCIAL SON NOCIONES

QUE SALTAN A LA VISTA.

 ??  ??
 ??  ?? Una obra de Samuel Salcedo.
Una obra de Samuel Salcedo.
 ??  ?? La ilusión y el destierro mental Ð̙̗̘̠ ÐĎJCMÐQM@PCÐJGCLXM Ð̛̘̗ÐAKÐVÐ̘̙̜ÐAK
La ilusión y el destierro mental Ð̙̗̘̠ ÐĎJCMÐQM@PCÐJGCLXM Ð̛̘̗ÐAKÐVÐ̘̙̜ÐAK

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain